Sevilla

«No he firmado ni autorizado ni he tenido conocimiento de nada»

Cree que la ley ampara a los hijos de los responsables públicos que negocian con las administraciones.

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SEVILLA- Desafiante, con ganas de explicar su verdad y esquivando cualquier tipo de responsabilidad. El secretario general del PSOE de Sevilla, José Antonio Viera, negó ayer tajantemente que subvencionara con 900.000 euros procedentes del «fondo de reptiles» a una empresa en la que trabajaba su hija durante su etapa como consejero de Empleo y Desarrollo Tecnológico. «No he firmado, ni autorizado, ni he tenido conocimiento de nada», proclamó tan sólo un día después de que el PP pidiera su dimisión por el asunto. Un extremo que no llevará a efecto «en ningún caso».
Viera detalló que su hija trabajó en la empresa en cuestión entre el 4 de abril de 2003 y el 31 de mayo de 2004 y reconoció que «nunca me reuní con ningún representante de la misma». «Por un año de contrato no me voy a poner a favorecer a una empresa que ni siquiera conozco», relató, no sin antes desviar cualquier tipo de responsabilidad hacia los escalafones inferiores de la consejería que presidió entre los años 2000 y 2004. «Había 12 directores generales con capacidad ejecutiva, tanto en el ámbito legislativo como en el presupuestario», recordó. Las decisiones, insistió, se tomaban en los consejos de dirección, convocados una vez al mes. Sin embargo, a estas reuniones sólo se llevaban «cuestiones importantes» y no «si se habían concedido ayudas o subvenciones a empresas concretas».
Por tanto, «todo lo que sucede dentro de una consejería –bien, mal o regular– tiene un responsable político último, que es el consejero, pero existe un ámbito de confianza», aseguró, aunque precisó que «uno cree que los directores generales van a trabajar según los criterios establecidos». Y fue más allá: «¿Creen que si hubiera tenido conocimiento de que esos fondos se estaban utilizando de manera irregular o ilegal no lo habría cortado de raíz?».
Sobre las actividades laborales de los hijos de los cargos públicos –un asunto que también está tocando de lleno al vicepresidente tercero del Gobierno, Manuel Chaves–, subrayó que, «mientras mantengan la legalidad, deben tener los mismos derechos sean hijos de un político o de un torero», puesto que «el Estado democrático tiene leyes y todos somos iguales ante ellas».
El secretario provincial de los socialistas sevillanos, en su afán por negarlo todo, puso en duda hasta la denominación del escándalo. «Hasta el último momento mantendré que no hablamos de ERE irregulares, sino de pólizas irregulares», un asunto en el que «no estoy implicado directa ni indirectamente».
Tal y como especificó, tuvo conocimiento de la concesión de ayudas, por parte de su consejería, a la empresa Matadero Sierra Norte y a dos almazaras de El Pedroso y Guadalcanal, en la provincia de Sevilla. Estas empresas recibieron subvenciones millonarias. Unas cantidades que tildó de «excesivas», puesto que se referían a empresas de una misma comarca.
La oposición también fue objeto de crítica. «Me siento objetivo preferente del PP», dijo, ya que «sabe que si no gana en Sevilla no va a ganar en Andalucía ni en España».


Sospecha de un «fondo de reptiles B»
El vicesecretario general del PP-A, Ricardo Tarno, apuntó ayer la posible existencia de un «fondo de reptiles B» en la Consejería de Empleo para pagar ERE «sin ningún tipo de control ni procedimiento», por lo que pidió al consejero del ramo, Manuel Recio, que ofrezca explicaciones «claras y concisas» al respecto. Tarno aseguró que su partido tiene la «percepción» de que se han pagado ERE con otros fondos distintos a la partida 3.1.L destinada a empresas en crisis. «Mucho nos tememos que sea así y normalmente no nos equivocamos», apostilló. También consideró que Griñán «no puede permanecer hierático e impasible» ante este asunto.