Bankia
El Gobierno aprueba mañana las reglas de funcionamiento del banco malo
El Gobierno aprobará mañana el real decreto que regula de forma exhaustiva el "banco malo"para que la sociedad comience a operar en diciembre con cerca de 45.000 millones de euros en activos inmobiliarios de la banca en manos del Estado.
En paralelo, la comisión rectora del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) se reunirá para nombrar al máximo ejecutivo del "banco malo", cargo que recaerá probablemente en la ex directora general del Tesoro Belén Romana.
La creación de la sociedad, denominada Sareb, forma parte del compromiso adquirido por el Gobierno con la Unión Europea para recibir la ayuda de hasta 100.000 millones de euros para la banca, de la que se consumirán, según Economía, menos de 40.000 millones.
El "banco malo"es una pieza clave en el saneamiento del sector, ya que obligará a cada una de las entidades que reciban apoyo público a transferir todos los activos adjudicados y todos los activos ligados al crédito promotor, tanto problemáticos como no.
El Ejecutivo calcula que, aunque legalmente puede llegar a tener 90.000 millones, el tamaño final de la sociedad rondará los 60.000 millones, de los que Bankia, Catalunya Banc, Novagalicia y Banco de Valencia aportarán unos 45.000 millones en diciembre.
El resto de los activos serán aportados en febrero por las otras entidades que reciban ayudas públicas para recapitalizarse, con lo que la Sareb tendrá cerca de 89.000 pisos y unos 13 millones de metros cuadrados de suelo.
La sociedad estará participada mayoritariamente por inversores privados, entre los que se da por descontado que estará la gran banca española, y deberá ser viable económicamente, puesto que prevé obtener en sus 15 años de vida una rentabilidad próxima al 15 %.
Según el plan de negocio expuesto a los potenciales inversores al que ha tenido acceso Efe, además de vender inmuebles, el "banco malo"podrá alquilar sus propiedades, al igual que podrá terminar promociones en curso o demolerlas, principalmente a partir de 2016.
Para empezar a funcionar, el "banco malo"necesitará unos 5.000 millones, de los que aspira a captar unos 500 millones de inversores extranjeros.
Además, la sociedad quiere que quienes participen en su accionariado aporten al menos 500 millones en metálico y suscriban unos 1.400 millones en deuda subordinada.
El atractivo de esta deuda, que ascendería en total a 2.800 millones y de los que al menos la mitad estaría en manos de los inversores privados, es una rentabilidad anual del 8 % siempre que el "banco malo"obtenga beneficios.
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