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Menos presupuesto misma ilusión
Los Reyes Magos llegan a la Comunitat a bordo de transportes públicos para participar en cabalgatas más modestas que otros años debido a la crisis
VALENCIA- Las centenares de cabalgata que protagonizarán mañana los Reyes Magos serán más sobrias que en años anteriores, pues a Sus Majestades también les afecta la crisis, pero la ilusión que volcarán en ella participantes y pública será la misma.
La de Alicante, por ejemplo, será menor que en ediciones anteriores, aunque por ello «no será peor», informaron ayer sus organizadores. Además, en esta ocasión no llegarán a la capital alicantina en helicóptero, como venía siendo tradicional, sino que lo harán en tranvía metropolitano (TRAM) -en Manises lo harán en metro-.
Sin embargo, uno de los desfiles más importantes será el de Alcoi (Alicante), que este año cuenta con la participación de un millar de personas, entre pastores, antorcheros pajes y músicos.
Los actos de esta cabalgata, que con 127 años de historia es la más antigua de España y que en noviembre fue declarada Bien de Interés Cultural por parte de la Generalitat, arrancaron el domingo con la esperada visita de les Pastoretes. Esta tradición se remonta a finales del siglo XIX, y consiste en un desfile de numerosos niños y niñas ataviados con trajes de pastores junto a rebaños, para acudir al establo y obsequiar al niño Jesús recién nacido.
Hoy, un embajador de Sus Majestades ofrece un pregón -conocido como El Bando, escrito en verso- con el que anunciará la inminente llegada a la ciudad de Melchor, Gaspar y Baltasar. Con esta llamada, los niños acuden a escuchar la noticia, mientras esperan para echar la carta en unas grandes alforjas que cargan unas burritas sobre sus lomos.
Y es que los Magos de Oriente reciben mucha ayuda. Ayer, por ejemplo, las jugadoras de Ciudad Ros Casares visitaron a los pequeños ingresados en el hospital Clínico de Valencia y repartieron ánimos en estos días tan especiales. Regalaron gorras del equipo, así como peluches y juguetes que hicieron felices a los pequeños como bien reflejaron sus caras al recibir la visita sorpresa de Ciudad Ros Casares, que mañana visitarán La Fe.
Pero los que podrán ver antes que nadie a los Reyes Magos serán los hijos de las reclusas de la cárcel de Picassent, ya que un grupo de voluntarios y de capellanes del Arzobispado de Valencia han organizado para mañana una fiesta donde adelantarán regalos a los pequeños que se encuentran en la prisión junto con sus madres, así como a los presos enfermos. Los regalos han sido pedidos a los Reyes Magos por un colegio de Canet, que colabora en la iniciativa.
El objetivo es que la magia de la Navidad llegue a todos los hogares valencianos.
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