La familia Troitiño acusa al Estado de «odiar» al etarra

Pero entre los suyos es un héroe, un «gudari», y ahora que los jueces ordenan que vuelva a prisión, una víctima. Su hija, Marrubi, y su sobrino Mattin, hijo y hermano de otros dos etarras del clan Troitiño, Txomin y Jon, aún entre rejas, acudieron a una rueda de prensa en la que se culpó al Gobierno de practicar una política «de odio y venganza» contra el colectivo de presos etarras.

La portavoz del Movimiento pro Amnistía, Amaia Zurutuza, encargada de leer el comunicado, aseguró que el Ejecutivo «ha disfrazado una decisión política de resolución judicial» al «forzar», ayudado por la presión mediática, la orden de detención internacional de Antonio Troitiño. Según apuntó, el hecho de que los mismos jueces que dejaron en libertad a Troitiño sean los que una semana después «hayan cambiado de opinión» pone de manifiesto «la inexistente división de poderes» y evidencia la «persecución que lleva a cabo el Estado español en Euskal Herria».

Para redundar en el papel de víctima atribuido a Antonio Troitiño por el Movimiento Pro Amnistía, éste mostró su «apoyo y solidaridad» al etarra y sus familiares ante la «grave persecución mediática, política y judicial» que, a su juicio, sufren estos días. Después de vapulear al Gobierno y acusarle de estar instalado en la «cerrazón» y de dar pasos contrarios al «nuevo ciclo político abierto en Euskal Herria», le instaron «a que se acerque» a las bases que recoge el Acuerdo de Guernica y ponga fin a los «últimos casos de torturas, ilegalizaciones y prohibiciones que buscan eternizar la situación de represión y conflicto».

Para el Movimiento Pro Amnistía «la liberación» de los presos de ETA debe ser «una de las consecuencias» del nuevo proceso y ha de darse «cuanto antes». El colectivo aprovechó la ocasión para publicitar la manifestación por los derechos de los presos convocada para el próximo viernes en San Sebastián a las siete de la tarde bajo el lema «No a las condenas de cadena perpetua». Y censuró que mientras los presos de ETA son «utilizados» por el Estado para «conseguir sus objetivos políticos», aquellos que han impulsado el terrorismo de Estado permanecen en libertad».