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Cruise del amor al odio

Cruise, cual hombre-araña, demuestra que está en una perfecta forma física
Cruise, cual hombre-araña, demuestra que está en una perfecta forma físicalarazon

Cuatro es el número que planea sobre esta nueva entrega de «Misión Imposible», pues es la cuarta vez que Tom Cruise se mete en los zapatos de Ethan Hunt y otras tantas son las películas en la carrera de Brad Bird, director que se estrena con actores reales y deja a un lado de momento la animación, justo lo que necesitaba el actor para restaurar su poder de atracción en la taquilla, que inauguró en 1983 con la exitosa «Risky Business», que le aupó a ocupar el trono de los actores más sexys de Hollywood. En los 80, sobre todo, aunque en los 90 también, contar con él en el reparto era considerado como un aval recaudatorio (de nuevo, con los años, volvía a tenerse en cuenta la idea de que un actor fuera o bien una bendición o un auténtico veneno para la taquilla). Y es que, a qué negarlo, la atracción que ejerce Cruise sobre el público es enorme: con él no existen los términos medios. Sus legiones de «fans» le adoran, y sus detractores vierten calumnias sobre él. Las historias románticas que protagonizó en la década de los ochenta dieron paso diez años después a papeles con mayor carga dramática que apuntalaron su posición de líder del cine en Estados Unidos, aunque la calidad de algunos de sus trabajos fuera bastante discutible.

Una mujer mayor
Su trayectoria cinematográfica y su vida privada han corrido parejas. Hay quienes no le perdonan su vinculación con la iglesia de la Cienciología –de la que es una de sus cabezas visibles y hacia la que ha arrastrado a algunos amigos del séptimo arte–, y quienes le censuran, no sólo los tres matrimonios que ha contraído, sino el que el primero de ellos fuera con una mujer más mayor que él, la actriz Mimi Rogers. Su segunda unión, con Nicole Kidman, acabó de forma un tanto rocambolesca y sobre su hasta ahora última unión con Katie Holmes (que fue una inesperada sorpresa, tras la prolongada relación que mantuvo con Penélope Cruz) planea constantemente la sombra de la duda.

Como en los comienzos de su carrera, en esta cuarta entrega de «Misión Imposible: Protocolo fantasma», Cruise vuelve a convertirse en protagonista de la cinta. Lo ha podido comprobar allá donde el filme se ha estrenado, desde su tierra natal hasta India, país en el que sienten una auténtica veneración por su trabajo. Lo curioso es que, a diferencia de lo que ha pasado con sus anteriores películas, que ha promocionado y para las cuales se ha sometido al rito riguroso de las entrevistas, en esta ocasión sus declaraciones son contadas. En España podemos presumir de haberle visto en una tan larga como divertida comparecencia en «El hormiguero» junto a Pablo Motos. Por lo demás, alguna declaración suelta, el orgullo se volver a protagonizar a Hunt y poco más.

Tanto Bird como JJ Abraham se mostraron entusiasmados con la idea de verse involucrados en un proyecto como éste y a Cruise le faltó tiempo para decir que sí. Además, el actor ha presumido de gozar de una perfecta forma física y de no haber necesitado la labor de un doble para las escenas de riesgo, tan abundantes. El director, por ejemplo, ha confesado que le quitaron el sueño algunas secuencias de acción «impresionantes, vibrantes, brillantes y verdaderamente sorprendentes. Fue ahí donde entró en juego el valor de Tom Cruise para recrear un momento casi de ‘‘shock'' al saltar a pelo, bueno colgado con un cable, de una pared de un altísimo edificio». ¿Cuál fue la reacción del intérprete? «Menos mal que no sufro de vértigo porque sólo pensaba en no caerme», confesó. «Rodé la escena en la que Tom escala el Burj Khalifa en IMAX y fue muy complicado. Un día me desperté a las cuatro de la madrugada pensando "Dios mío, la estrella de mi película va a estar colgando de un cable a más de un kilómetro sobre la tierra. No sé cómo pudimos rodarlo. Fue el trabajo de colaboración de todo un gran equipo liderado por Tom. Sin duda, él ha arruinado la carrera de muchos actores de acción con esta cinta porque este salto es imposible de mejorar», comenta. En la trama de la historia, el afortunado esposo de Katie Holmes tiene como misión tratar de reivindicar la imagen de la agencia de investigaciones IMF, que ha sido involucrada en un conflicto terrorista que podría detonar una guerra nuclear.

Si tienen el menor temor a las alturas, agárrense bien a su asiento en el cine y pongan los pies en el suelo porque provoca vértigo verle saltar hacia abajo desde el piso 130. Lo que Cruise hace en pantalla es bastante similar a lo que ya ha mostrado anteriormente en anteriores trabajos. Su personaje Ethan corre, salta y rompe con las leyes de gravedad. Su carisma, a los 49 años cumplido, se muestra intacto y vuelve a deslumbrar con esa sonrisa increíble que tanta fama le ha proporcionado. Quien también disfrutó a su lado fue la actriz Paula Patton, quien además de con su apabullante físico contribuye con una dosis de humor a esta cuarta entrega. ¿Habrá una quinta entrega?