Manchester City
Sin novedad en el frente por Julián García Candau
España ganó y se clasificó primera de grupo. El gol de Navas impidió el cruce con Alemania si se hubiera quedado en la segunda plaza. Marcó España en los últimos suspiros. Antes sufrió lo indecible. Croacia tuvo las mejores ocasiones de gol. Casillas salió al rescate como en tantas otras ocasiones. El equipo español no consiguió ventajas notables con Torres en el centro. Tampoco cuando éste fue relevado por Navas, cambio incomprensible porque el extremo sevillista siempre ha jugado con referencia en el centro del ataque. Vicente del Bosque volvió a sustituir a Silva. Salió Cesc, quien participó en el pase a Iniesta que llevó a éste a cederle la pelota a Navas al modo de Fernando VII. Con angustia se logró pasar y en cabeza. Pero habrá que reflexionar mucho sobre el juego desarrollado. Aunque se crea que es el de siempre, lo es sólo en parte.
En el descanso del Croacia-España, Italia ganaba a Irlanda y era primera de grupo. Del juego español había pocas cosas brillantes que contar. Se podía recurrir a un titular literario y recordar el «Sin novedad en el frente», de Eric María de Remarque. Si se le quería dar alguna alegría había copla de revista con aquello de «No hay novedad señora baronesa, no hay novedad». España tenía el balón. Nada nuevo. Lo poseía atrás, en medio y hasta las proximidades del área croata. Tampoco es nuevo tal efecto. Mucho pasecito corto, poca profundidad, escaso ritmo y lentitud en la concepción del ataque. Con instantes de inspiración de Silva e Iniesta sin el debido acompañamiento, era natural que no se pasara del empate a cero
No es nuevo volver sobre lo dicho muchas veces. El mando en el balón no es suficiente. Si no se buscan espacios, si no se abre el campo por las bandas, no hay jugadas con intención de gol. Hubo errores en defensa que pudieron costar la eliminación. Suspiros de España.
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