Valencia

El lado negro de Elena Anaya

Empacho de películas francesas para comenzar en el certamen valenciano, pero «A bout portant» se salta las normas de lo habitual. Ni están los mismos actores de siempre ni ésta es otra tediosa cinta lenta tan propia del cine francés.

Anaya pasó por Valencia
Anaya pasó por Valencialarazon

Esta es una historia de policías corruptos, de inocentes metidos en líos, o estudiantes de enfermería que están en el lugar equivocado y terminan envueltos en una trama de cine negro llena de acción y violencia y todos los ingredientes que hacen pasarlo bien viendo una película. De mucho menos interés es «Angèle et Tony», debut del francés Alix Delaporte, un cuento más bien bobo. Tampoco queda a la altura «Pecados», del argentino Diego Yaker, que escribe el guión con temeridad y con más todavía lo dirige. Una película más bien pobretona que deja mal hasta al mismísimo Carmelo Gómez.

Más entregas francesas: «Hors-la-loi», de Rachid Bouchared («Little Senegal») es una cinta interesante, incluso desde el punto de vista histórico, ya que está ambientada en Argelia tras la Segunda Guerra Mundial, aunque, como es de esperar, los franceses son muy malos y los argelinos aman mucho a una patria que acaba de nacer. A pesar de su duración, más que correcta. En la sección oficial, Rowan Jossé, hijo de Roland, en otros tiempos buen director, presenta a la sección oficial «Brighton Rock», una historia que empieza bien, que apunta a tramas gangsteriles, y deriva en un argumento pueril y traído por los pelos.

También deja frío «L'homme qui voulait vivre sa vie», de Eric Lartigau, una cinta compleja y con movimiento interno, pero tontorrona. Un abogado de éxito se ve obligado a suplantar la identidad de otro hombre tras un enredo amoroso y un asesinato involuntario. El filme está lleno de fallos, pero es fracés, luego tiene su hueco. En la sección secundaria, «Cena de amigos», de Danièle Thompson, también del país vecino, imita a la excelente «Pequeñas mentiras», pero no le llega a la suela del zapato. Para verla sólo por obligación.