Santander

El Gobierno plantea abaratar el coste del despido y del paro

Tramitará por separado el recorte salarial de los funcionarios y la congelación de las pensiones

Zapatero y el presidente de Chile, Sebastián Piñera, tras la rueda de prensa
Zapatero y el presidente de Chile, Sebastián Piñera, tras la rueda de prensalarazon

MADRID- Tras el tijeretazo de la semana pasada, la reforma laboral es el «objetivo inmediato» del Gobierno. Así lo explicó ayer José Luis Rodríguez Zapatero en la primera jornada de la cumbre entre la UE y América Latina y Caribe, que se celebra en Madrid. Escoltado por los «otros presidentes» europeos, por el presidente del Consejo, Herman Van Rompuy, y por el de la Comisión, Durao Barroso, el jefe del Ejecutivo se mostró «optimista» y dijo que confía en que CC OO, UGT y la CEOE trabajarán para que el consenso sea amplio y llegue «cuanto antes».Zapatero pidió «prudencia» y evitó especular sobre el escenario que se plantea si no hay acuerdo antes de que acabe el mes, un plazo que le parece «razonable». «El Gobierno –añadió– pondrá todo de su parte» porque la «mejor reforma será la que tenga más apoyos». «La sociedad española sabe que es necesario hacerlo, los analistas y los organismos internacionales coinciden», concluyó. Fuentes de Moncloa aseguran que si el acuerdo no se produce «el Gobierno asumirá su responsabilidad», en alusión a un posible decreto, y creará la «infraestructura jurídica necesaria».Como ocurriera el domingo tras la cumbre de la UE y México en Santander, Van Rompuy y Barroso se esforzaron por arropar a Zapatero y su reciente paquete de recortes. Envalentonado por el capote de los europeos, el presidente del Gobierno dijo que las medidas que acaba de tomar España, igual que han hecho otros países de la eurozona, marcarán «el futuro económico de la región en los próximos 20 años».Estas declaraciones las hizo en la primera rueda de prensa del día (participó en tres) y tras la cumbre bilateral entre la UE y Chile. El presidente chileno, Sebastián Piñera, se estrenó ayer en la escena internacional tras su reciente elección, pero se atrevió a ofrecer a España «recetas» contra la crisis. Piñera comparó el déficit con la «obesidad» y aventuró que «lo mejor para combatirlo es dejar de comer y hacer ejercicio», esto es, reducir el gasto y ejecutar reformas.

Despido más baratoEl presidente del Ejecutivo está dispuesto a seguir la recomendación de Piñera y a hacer todo el ejercicio que haga falta para conseguir calmar a los mercados. Por eso La Moncloa está decidida a imponer por decreto los cambios del mercado laboral, si los sindicatos y los empresarios no firman antes de final de mes un acuerdo en esta materia, tal y como adelantó LA RAZÓN el viernes pasado. Así lo confirmó ayer el secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado.En ausencia de pacto, el Ejecutivo no descarta un abaratamiento generalizado del coste del despido. Según fuentes gubernamentales, esta rebaja incentivaría la contratación. Además, baraja un recorte en la «nómina» por desempleo y la eliminación de la ayuda de 420 euros, que perciben los parados una vez han agotado todas las prestaciones.Para evitar el decretazo, los agentes sociales han pisado a fondo el acelerador del diálogo. Las centrales son las más interesadas en evitar a toda costa que el Ejecutivo gobierne e imponga un nuevo «decretazo». Fuentes de la negociación confirmaron a LA RAZÓN que al final de esta semana o principios de la próxima podría sellarse el acuerdo de reforma laboral. En cualquier caso, las reglas del juego del mercado de trabajo cambiarán antes del verano, con o sin el consenso de los agentes sociales.Mientras, el Consejo de Ministros aprobará este jueves el histórico recorte social anunciado la semana pasada por Zapatero en el Pleno del Congreso de los Diputados. La Moncloa no descarta tramitar por separado el recorte de los salarios de los funcionarios en una media del 5% de la congelación de las pensiones en 2011. De esta manera, el presidente se garantizaría el respaldo de la mayoría de los grupos parlamentarios en el Congreso de los Diputados. Tanto el PP como CiU han expresado su rechazo a este ajuste por incluir la congelación de las pensiones en 2011, salvo las mínimas y las no contributivas, lo que supone un duro golpe al Pacto de Toledo.Al tramitarse con perchas legales diferentes, a los populares y a los nacionalistas catalanes y vascos les será más difícil justificar su rechazo a un recorte salarial de los empleados públicos a partir de la nómina de junio y la congelación de sus retribuciones el año que viene, según fuentes gubernamentales.

Calendario del tijeretazo12- 05-10 Zapatero anunció el recorte social más duro de la historia democrática.20-05 -10 El Consejo de Ministros aprobará su plan de ajuste, mediante un decreto ley, que se publicará en el BOE. Esta figura es una percha legal que puede utilizar «en caso de extraordinaria y urgente necesidad», según el artículo 86 de la Constitución. Tendrá que remitirlo a la Cámara Baja en el plazo máximo de 30 días. El Congreso puede optar por convalidarlo, derogarlo o tramitarlo como proyecto de ley.25-05-10/27-05-10La Moncloa aún no ha decidido qué día remitirá el decreto ley al Congreso. Eso sí, lo enviará la semana que viene, ya que las medidas entrarán en vigor el 1 de junio. Su derogación o convalidación se publicará de nuevo en el BOE. Si el Pleno lo deroga, el Ejecutivo deberá abrir una negociación con los grupos.