Elecciones andaluzas

Ni palabra de los ERE

José Luis Rodríguez Zapatero y José Antonio Griñán se volvieron ayer a ver las caras en La Moncloa. La gestión de las aguas del Guadalquivir, tras la sentencia del TC, fue el único punto del orden de la reunión. Ni la sucesión del presidente del Gobierno central ni los escándalos de corrupción que salpican la geografía andaluza fueron objeto de análisis por parte de ambos dirigentes políticos.

Rodríguez Zapatero y José Antonio Griñán, ayer durante su encuentro en La Moncloa
Rodríguez Zapatero y José Antonio Griñán, ayer durante su encuentro en La Moncloalarazon

Al menos, esa fue la versión del encuentro que facilitó al término del mismo el presidente de la Junta de Andalucía. En estos momentos, estos casos de corrupción están minando la confianza de la opinión pública andaluza en su Ejecutivo, tal y como indican las encuestas. De hecho, el PSOE ya da por hecho que estos escándalos pueden ser la puntilla a 30 años de Gobiernos socialistas en Andalucía.

Guerra interna
De ahí que el PSOE andaluz atraviese por uno de sus peores momentos, inmerso en una guerra interna por el control del poder. Manuel Chaves trata ahora de salvar los muebles ante un Griñán, que parece agotado y paralizado, según lamenta un dirigente andaluz. El vicepresidente tercero prepara su regreso a su tierra natal y, para ello, necesita controlar las riendas del partido. Sus fieles escuderos, Gaspar Zarrías y Luis Pizarro, le ayudan en esta misión. El equipo de Chaves intentará conservar el Gobierno tras las elecciones autonómicas de 2012. Por eso han trazado una hoja de ruta en la que no está presente el actual presidente de la Junta.

No obstante, Griñán y los suyos han plantado cara a Manuel Chaves, como prueba la batalla que vive el partido en Jerez, donde intenta por todos los medios imponer a su candidata para las municipales, la actual alcaldesa Pilar Sánchez, frente al del vicepresidente tercero.

Por si fuera poco, el jefe del Ejecutivo andaluz no está dispuesto a que en su hoja de servicio figure como una mancha de los casos de corrupción, que los de «Madrid» le puedan echar en cara. De ahí que ayer alardeara en La Moncloa de haberse puesto a la cabeza de la manifestación con la apertura de la investigación de Mercasevilla. «En la historia del mal uso de los fondos públicos, no ha habido ningún gobierno que haya actuado» como el suyo, avisó. Acto seguido, recordó que la Junta de Andalucía fue la que abrió la investigación. «No hay persona que haya salido que no haya sido acusada por la Junta, que por cierto se ha personado en la causa».

Después de dar por sentado que su Ejecutivo ha depurado responsabilidades en estos escándalos, sugirió a otras autonomías, en alusión a la Comunidad Valenciana por el «caso Güertel», que ataque la corrupción como lo ha hecho la Junta.

Griñán aseguró que tampoco abordó con el presidente el debate sucesorio abierto en el seno del PSOE. Eso sí, advirtió de que Andalucía está con José Luis Rodríguez Zapatero si se decide presentar y de que la federación andaluza dará libertad de voto a sus delegados si se convocan primarias para decidir el sustituto de Zapatero a las elecciones de 2012.