Distribución

Carta a San Antón

La Razón
La RazónLa Razón

Querido San Antón: Hoy se celebra tu fiesta. Por eso me atrevo a pedirte que extiendas tu manto protector, no sólo sobre los animales de compañía, nuestras mascotas, sino sobre el conjunto de la cabaña española y sobre los ganaderos, debido a la grave situación por la que atraviesan. La subida del precio de los cereales y de las oleaginosas, productos básicos para fabricar los piensos compuestos, ha provocado un importante incremento de los costes de producción, poniendo a muchas explotaciones por debajo del umbral de rentabilidad. Vamos, que están perdiendo dinero «a manta» y se ven abocadas, o al cierre, o a reducir mucho su actividad. A ello contribuye también el hecho de que los ganaderos no pueden repercutir ese aumento de costes en el momento de vender sus «bichos», porque la industria transformadora, presionada a su vez por la distribución, se niega a pagar precios más altos, porque, dicen, que la crisis lo impide y los consumidores finales no lo permitirían. Total, que estamos en un círculo vicioso, que es muy difícil de romper. Si a ello se suman las mayores exigencias medioambientales a la hora de poner una granja, las derivadas del bienestar de los animales, la intensificación de los controles en el transporte y nuestra dependencia del exterior en muchos cereales (maíz) y todas las oleaginosas (soja, colza y girasol) nos encontramos con un panorama cada vez más sombrío. Si nadie pone remedio, va a terminar pasando como en 2008, cuando la fuerte subida de los cereales provocó una importante reducción de las cabañas, aún no reconstituidas, y que dependamos más del exterior. ¡San Antón, a ver qué puedes hacer! Atentamente.