Lisboa
«La seguridad de Georgia pasa por su integración en la OTAN»
La Revolución Rosa supuso un cambio drástico de mentalidad. Es un país dirigido por una generación sin vínculos con el pasado soviético, comprometido con las reformas y que crece a un 6% anual.
Una vez terminada la entrevista, Nikoloz Natbiladze se sumergiría en una clase intensiva de tres horas de español. Lleva nueve meses en nuestro país, pero no ha perdido comba. En las paredes de su despacho cuelgan las imágenes con numerosas personalidades, entre ellas tres ex dirigentes: José María Aznar, Miguel Ángel Moratinos y Jordi Pujol.
–Georgia aspira a entrar en la OTAN. Este fin de semana se celebra la cumbre de la Alianza en Lisboa en la que se presentará el concepto estratégico que prevé incluir un acuerdo de cooperación con Rusia. ¿Podría alejar este punto a Georgia de la OTAN?
–La voluntad de Georgia de integrarse en la Alianza es muy firme. No es una cuestión exclusivamente gubernamental. El referéndum que se convocó en 2008 sobre este asunto fue respaldado por un 70% de los votos. Es también un deseo del pueblo. Hemos intensificado, por tanto, nuestra colaboración en las misiones aliadas. En Afganistán mantenemos a 900 hombres, a pesar de no ser miembros de la OTAN.
–Pero, ¿podría ese hipotético acuerdo alterar las expectativas de su país?
–Es precipitado hacer un comentario sobre un documento que todavía no se ha presentado.
–¿Cuáles son las principales razones de Georgia para entrar en la OTAN?
–Entendemos que la mejor forma de garantizar la seguridad de Georgia es entrar en la OTAN.
–La Asociación Oriental impulsada por la UE para aglutinar a las ex repúblicas soviéticas lleva un año en marcha. ¿Qué beneficios o ventajas ha obtenido?
–Ha sido un año bastante productivo. En la Presidencia española de la Unión Europea firmamos un acuerdo de facilitación de visados y empezamos las negociaciones para establecer un acuerdo de asociación con los Veintisiete. En nuestro horizonte está la candidatura a la UE, aunque somos conscientes de que todavía no estamos preparados.
–Han pasado siete años desde la Revolución Rosa que determinara una vocación pro democrática en Georgia. Es un país dirigido por una generación sin vínculos con la URSS. ¿Ha entrado en una etapa definitiva?
–El cambio más importante que se produjo en esos años fue un cambio de mentalidad. Georgia desde entonces ha dado una serie de pasos para convertirse en uno de los países más modernos y prósperos de nuestro entorno. Empezamos una lucha sin cuartel contra la corrupción institucional e iniciamos un paquete de reformas con éxito. Todavía, sin embargo, seguimos en el ciclo de cambios.
–Georgia sigue por la senda de crecimiento a pesar de la crisis económica mundial. ¿Qué recetas ha aplicado?
–Estamos creciendo a un 6%, una cifra muy satisfactoria en la coyuntura en la que nos encontramos. Nuestro país ha aplicado una de las legislaciones más liberales entre los países ex comunistas. Es una prioridad crear un clima adecuado para las inversiones extranjeras.
–Para superar la crisis, entonces, ¿más economía de mercado?
–Nosotros no dependemos de los recursos naturales ni de su cotización en los mercados, tampoco estábamos integrados en el sistema financiero internacional, con lo que hemos salido más airosos. Todo así ha sido fundamental para crear prosperidad, la promoción de un mercado laboral flexible y de códigos fiscales que favorezcan los negocios. Tenemos tres zonas libres de impuestos: Poti, Batumi y Kutaisi. Nuestro modelo de crecimiento es el de Singapur.
–Los resorts de la costa de Batumi han atraído este verano a miles de visitantes. España es un campeón en turismo, ¿puede haber un espacio para la colaboración?
–El turismo es una de nuestras principales actividades económicas. Nos interesaría mucho que las empresas españolas vieran en nuestro país un mercado interesante.
–¿Qué razones daría a un turista español para que visitara Georgia?
–En sus 70.000 kilómetros cuadrados, se puede disfrutar de la costa en el Mar Negro, pero también plantarse en tres horas en una estación de esquí. También tenemos una cultura gastronómica excelente y un vino que es una envidia.
–Es el vino más valorado entre los países del entorno. ¿Cuál es el motivo?
–Se produce con una uva especial, Saperavi. El origen de esta uva data del siglo 5.000 a 6.000 a. C. Georgia es una de las cunas del vino y suministraba a Roma. Fue el más reclamado por el Kremlin hasta el boicot de 2006.
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