Una nueva oportunidad

La crisis del gigante americano ha provocado hace unos meses una nueva venta. En febrero Saab pasaba a manos de Spyker, el pequeño constructor de origen holandés especializado en deportivos y que contó hace tres años con un equipo en la Fórmula Uno. Es, por tanto, una nueva oportunidad de relanzamiento para esta marca, que tiene en su palmarés victorias en el Rallye de Monte Carlo y que, con sus productos, intenta colocarse en la órbita de las grandes berlinas europeas. Se ha anunciado para abril del próximo año un nuevo modelo, el 9.4X, en la línea de los vehículos SUV, y se ha firmado un acuerdo con BMW para que el suministro de motores despeje el futuro ya que, por ahora, en la berlina 9.5 que hoy comentamos, se siguen montando las mismas mecánicas que en el Opel Insignia.

Motores, que por otra parte, también son excelentes. El modelo más representativo de la marca es el 9.5, una berlina francamente bien terminada, con una línea muy elegante y que, como siempre ha pasado en Saab, lejos de cualquier ostentación. Puede pasar desapercibido en el tráfico urbano, a pesar de la belleza de sus líneas.

Pero verdaderamente, los que vayan en el interior sabrán apreciar un diseño interior sobrio y muy completo, y todos los elementos de seguridad y confortabilidad de las mejores berlinas con capacidad para cinco adultos. Desde los asientos tapizados con una piel exquisita, hasta la inclusión de diez «airbags» de protección de ocupantes, apertura de puertas y arranque sin necesidad de llave, cuatro ruedas motrices o la proyección de los datos más importantes de control sobre el parabrisas; es decir, para ver la velocidad, el régimen de vueltas del motor o las luces... no hay que quitar la vista de la carretera.