Vela dice que no aguantará «ni un año más» la mala financiación

VALENCIA- Indignado y enfadado. Así es como se mostró ayer el conseller de Hacienda y Administración Pública, José Manuel Vela, durante su comparecencia en Les Corts para explicar el presupuesto de su Conselleria para 2013. Ante la insistencia de los grupos de la oposición con respecto a la caída de ingresos para el año que viene, Vela aseguró rotundamente que no están «dispuestos a aguantar ni un año más» el actual modelo de financiación autonómica, que calificó de «inadmisible» y «absolutamente intolerable».
Remató con un «hasta aquí hemos llegado» que convenció hasta a los grupos de la oposición. No obstante, el socialista Julián López le espetó que «no basta con lamentarse», sino que habrá que reclamar que se resuelvan estos problemas, pues de lo contrario los valencianos estarán condenados a subir impuestos o hacer más recortes para cumplir el mismo objetivo de déficit que el resto.

Realmente los datos demuestran que la Comunitat debe hacer un esfuerzo mucho mayor que otras autonomías. Mientras que la autonomía valenciana recibirá el año que viene 173 millones de euros menos del Estado, ya ha tenido que reducir en un 9,1 por ciento su presupuesto -de hecho es la segunda que más lo ha rebajado, por detrás de Castilla-La Mancha- Andalucía percibirá 300 millones de euros más y solo ha bajado sus cuentas para el año que viene un cuatro por ciento.

«Ante este tipo de situaciones injustas, hay que rebelarse», dijo Vela, quien insistió en que siempre que tiene oportunidad lo reivindica ante el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.
Con respecto a las cuentas para el año que viene -las de su Departamento caen un 16 por ciento- admitió que la colocación de la deuda no le deja dormir -a pesar de que no es competencia suya sino de la Conselleria de Economía- y explicó que los gastos financieros para el año que viene han aumentado por la adhesión al Plan de Pago a Proveedores, al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) y debido a la subida de intereses.

Reconoció que el «desplome» de los ingresos para 2013 ha hecho que sea «tremendamente difícil» elaborar las cuentas para el año que viene sin recortar prestaciones sociales. De esta manera justificó que la inversión haya caído un 42 por ciento.