Bruselas
La Eurocámara y los países fracasan en la negociación del presupuesto europeo
El Parlamento Europeo (PE) y los Estados miembros de la Unión fracasaron hoy en la considerada, a priori, como última oportunidad de pactar a tiempo el presupuesto comunitario para 2011.
A pesar de estar de acuerdo sobre las cifras para el próximo año, las dos instituciones volvieron a chocar por el rechazo de algunos países, liderados por el Reino Unido y Holanda, a dar más voz a los diputados en el diseño de la financiación futura de la UE.
A pesar de estar de acuerdo sobre las cifras para el próximo año, las dos instituciones volvieron a chocar por el rechazo de algunos países, encabezados por el Reino Unido y Holanda, a dar más voz a los diputados en el diseño de la financiación futura de la UE.
El fracaso de hoy obligará, formalmente, a que la Comisión Europea (CE) presente un nuevo proyecto de presupuesto para que el Consejo y la Eurocámara traten de lograr un acuerdo in extremis durante el mes de diciembre.
Previsiblemente, el asunto llegará a la mesa de los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete, que se reúnen en Bruselas los días 16 y 17 del mes próximo, con el asunto de la financiación comunitaria ya previsto en su agenda.
"Si los ministros del Presupuesto no tienen margen para negociar, negociaremos con sus jefes", dijo el principal negociador por parte del PE, el francés Alain Lamassoure, en declaraciones a los periodistas.
Los eurodiputados, a cambio de aceptar un alza del 2,9 por ciento para el próximo año y renunciar al 6 por ciento que reclamaban, exigen una serie de compromisos políticos.
Principalmente, que se les tenga en cuenta en la discusión sobre el marco financiero plurianual que la UE ha de aprobar antes de que finalice el actual en 2013 y que los Veintisiete abran un debate para aumentar los recursos propios de los que dispone la Unión para financiarse.
Hoy además, se trató la posibilidad de restaurar el mecanismo de flexibilidad en el presupuesto -previsto hasta ahora y que queda suprimido con el sistema del Tratado de Lisboa- para hacer frente a gastos imprevistos y derivados de situaciones de emergencia.
Una mayoría de países se mostró dispuesto a aceptar la mayor parte de estas exigencias, bloqueadas por una minoría de socios, principalmente Reino Unido, Holanda y Suecia.
Las cuentas de 2011 son las primeras debatidas tras la entrada en vigor del tratado de Lisboa, que iguala los poderes del PE y los Veintisiete en la negociación.
La actual situación de bloqueo recupera las crisis presupuestarias vividas en los años ochenta y que se habían evitado en los últimos años.
Si las instituciones no logran aprobar un presupuesto antes de fin de año la UE tendrá que prorrogar las cuentas de 2010, al menos en los primeros meses del ejercicio, mediante el sistema conocido como las "doceavas partes", que permite un gasto mensual de hasta una doceava parte de los créditos existentes en el presupuesto del período anterior.
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