Apagón en Motorland

El estreno de Alcañiz en 2010 fue casi perfecto, a pesar de que hasta ese mismo viernes se estaban terminando de pintar las carreteras de acceso al complejo. Es cierto que las plazas hoteleras son insuficientes y que la autovía queda a muchos kilómetros del circuito, pero también lo es que dentro de Motorland todo funcionó de forma perfecta, con un «paddock» amplio y la mayoría de instalaciones a estrenar. Tan bien fue el debut que la cita aragonesa fue votada como la mejor organizada del curso pasado.
Ayer, en la segunda visita del Mundial, la cosa fue distinta, y los cortes de luz marcaron la jornada. Un cortocircuito impidió la disputa de la segunda tanda de entrenamientos en MotoGP y Moto2. Hasta el último momento se trató de evitar el aplazamiento, pero el transformador auxiliar que debía llegar desde Zaragoza no lo hizo a tiempo. Por eso, los pilotos dispondrán de más minutos en pista para recuperar el tiempo perdido. «La corriente no era estable, y había que garantizar la seguridad. Es una avería atípica que no suele suceder», decía el director del circuito, Bartolomé Alfonso.
Valentino Rossi bromeó con la posibilidad de que el problema fuera el impago del recibo de la compañía eléctrica, mientras otros de sus compañeros no se quejaban de la cancelación y sí de la suciedad que habían encontrado en la pista.
Los inconvenientes fueron para todos, pero especialmente para Elena Rosell, que volvía al Mundial tras su triste estreno en Assen. Ayer sólo pudo rodar en una sesión, pero le bastó para hacer un tiempo que sin ser muy bueno, hoy le bastaría para tener plaza en la parrilla de salida.