Si hay fútbol no se trabaja por Milene DOMINGUES

En Brasil son cinco horas menos que en España y desde las doce de la mañana, São Paulo estuvo parado. Con las terrazas y las ventanas abarrotadas, la locura por la selección se ha instalado en todo el país. Mucha gente lo que hizo ayer para seguir el estreno de la selección fue pedir el día de vacaciones. Aquellos que no podían cogérselo les quedó el consuelo de que hay muchas empresas en mi país en las que se pone una televisión en un departamento y durante los 90 minutos que dura el partido no se coge un solo teléfono.Después, el juego de Brasil no convenció. Es verdad que para cada partido nos preparamos de una manera y el rival de ayer no exigía demasiado. La selección necesita a Kaká, no tiene otro jugador como él, pero no está bien. En Madrid le han acusado de esconderse, pero su lesión es muy pesada, y más para un jugador como él, que hace muchos cambios de ritmo. Se nota que no está al cien por cien, aunque en el segundo tiempo le vi mejor que en el primero.Me gustó Robinho. También Maicon, aunque me quedó la duda de si quiso centrar o tirar en su gol. Da igual, lo importante es marcar, aunque de Brasil siempre esperamos que dé espectáculo. Vimos varias cosas que nos gustaron, pero la creatividad brasileña no ha aparecido.El «jogo bonito» espera la aparición de España. En Brasil hay mucha confianza en que mejore este Mundial, que está resultando bastante soso.