Ciudadanos
Rajoy buscará el «cuerpo a cuerpo»y no ve margen para acuerdos
Enmenderá en su totalidad la reforma laboral y no apoyará el techo de gasto
MADRID- El PP lleva ya mes y medio trabajando con discreción en la preparación del Debate del Estado de la Nación. En el «cuartel general» de Génova le conceden la importancia «justa», porque medio país está ya de vacaciones y, por tanto, su repercusión en la opinión pública será reducida. Esta tesis no resta esfuerzos a esa preparación, si bien no cabe esperar grandes novedades discursivas ni tampoco que Mariano Rajoy queme cartuchos que le puedan ser muy útiles en el curso político que empieza en septiembre. Fuentes de la dirección adelantan que su eje será un balance muy crítico del curso político que termina, «como toca», y no un glosario de nuevas propuestas. «Quien se examina es el Gobierno, no nosotros», precisan. Eso sí, Rajoy sí volverá a presentar una iniciativa para reducir la estructura de la Administración Pública. Aunque mucho se ha especulado sobre la posibilidad de la moción de censura, si no ahora, para el curso que viene, Rajoy la descarta prácticamente por completo porque cree que ni ahora, ni luego, tendrá los apoyos necesarios para sacarla adelante. Por eso ayer, en la reunión de la Junta Directiva Nacional, conminó a su partido a incidir en la alternativa porque ahí está la llave para ganar las elecciones autonómicas y municipales y también las generales. Los estrategas populares lo tienen claro y se aplican la receta incluso aunque la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Cataluña incluya aspectos que les gustan más, y otros, menos, como ayer reconoció Rajoy. Y esa receta es la de no entrar en los «trapos» que le coloca delante el PSOE para movilizar votos a su favor, la de apropiarse de la bandera de la moderación, de la «sensatez» y del «sentido común», y la de marcar distancias con la política económica del presidente del Gobierno. Ante este Debate del Estado de la Nación el PP no ve margen para nuevos grandes acuerdos con el Ejecutivo, ni en el terreno económico ni prácticamente en ningún otro. «Está ahí el tema de las cajas y la política energética, pero eso está ya trillado», señalan en la dirección nacional. De hecho, el PP asegura que la oferta del presidente de nuevos pactos es una «liebre ya vieja y que no corre», porque fue la misma que utilizó en el debate económico de febrero de 2010 y que acabó en la tan poco fructífera comisión de Zurbano. Todo indica que el debate se concretará en otro duelo entre Zapatero y Rajoy a «cara de perro» y en el que de nuevo quedará en evidencia la soledad parlamentaria del primero. Los populares harán todo lo que está en su mano para exprimirla, orientando también en ese sentido su batería de propuestas de resolución que luego tendrá que votar la Cámara. En coherencia con ese escepticismo general sobre la voluntad real del presidente del Gobierno de impulsar reformas, y sobre la posibilidad de acercar posturas, el PP está rematando las enmiendas que presentará al proyecto de reforma laboral y que afectarán a casi todo el texto. También descarta apoyar el techo de gasto de 2011 por no incluir un mayor recorte.
El cónclave en tres «píldoras»1. Estatuto catalán Rajoy pidió ayer al PP que no alimente polémicas sobre el Estatuto y que acate la sentencia del TC aunque haya aspectos que no les gusten.
2. Candidatos electorales Volvió a tirar del freno frente a las prisas internas para que se designe a los candidatos. No puso fecha para nadie, tampoco para Camps y Cascos.
3. Aborto vs Ley de FamiliaEn el turno de preguntas, un senador le conminó a reactivar la Ley Integral de Familia, que duerme el sueño de los justos tras registrarse en el Congreso.
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