La Rioja
Un paraíso sin cobertura de móvil
Todavía hay lugares en los que el teléfono no siempre suena. Y eso se agradece cuando lo que busca el viajero es acabar con el estrés. En el hotel rural El rincón de Neila, en Burgos, desconectar es un placer
Hay ocasiones en las que el cuerpo, y también el alma, nos pide un respiro, pero un respiro de los de verdad. Sin teléfono móvil siempre operativo –la cobertura a veces falla–, sin el incesante ruido del claxon de un automóvil, sin atascos, sin televisión... ¿Qué mejor destino que un pueblo de apenas 200 habitantes para hacer una cura de tensiones y estrés? Y no hay que irse muy lejos para encontrarlo.
En la confluencia de las provincias de Burgos, Soria y La Rioja se abre paso Neila, una localidad que es el vivo retrato del sosiego. Tan sólo el deambular de un jabalí, de un rebaño de ovejas o de un chiquillo montado en bicicleta serán los culpables de alterar la calma reinante que tanto anhela el viajero. Y fue precisamente ese anhelo, el de la tranquilidad que sólo otorga la vida rural, el que atrapó hace cuatro años a Conrado y a Gema, una joven pareja madrileña que dejó su estresante rutina para convertirse en atentos anfitriones de todo aquel que se deje caer por su hotel rural.
Con mucha dedicación y una gran dosis de mimo, ambos han logrado convertir una sencilla casa de campo en un perfecto refugio para el viajero que busca desconectar del mundanal ruido. El establecimiento cuenta con seis habitaciones, cuatro dobles y dos triples, todas ellas con baño incluido. Gracias a grandes ventanales que miran a la montaña, las habitaciones presumen de una acogedora luminosidad.
Ahora que el frío empieza a hacer acto de presencia, no hay que pasar por alto el salón social del hotel, con una chimenea junto a la que resulta una delicia sentarse a leer un buen libro o charlar con otros huéspedes. Para los más pequeños de la casa, el jardín es el mejor lugar para jugar al aire libre, aunque la quietud del pueblo convierten cualquier calle o plazuela de la villa en un buen rincón de recreo.
Los viajeros de buen comer y los amantes de la cocina de toda la vida encuentran su hueco en el restaurante del establecimiento. Especializado en recetas caseras y con un ambiente de lo más familiar, comer en su sala es lo más parecido a estar como en casa, pero a mesa puesta.
Para bajar el atracón, nada mejor que darse un paseo por los alrededores de la casa. Las posibilidades son muchas. A un paso quedan las Lagunas de Neila, con un mirador desde donde puede contemplarse el impresionante circo glaciar que encuadra a las lagunas altas. Un poco más allá, la sierra de la Demanda invita a practicar senderismo o, incluso, escalada.
Ficha
Dirección: Calle San Miguel, 2, 09679, Neila, Burgos.
Instalaciones: seis habitaciones, cuatro de ellas dobles y dos triples con baño incluido, restaurante, salón social con televisión y jardín.
Reservas: en el teléfono 947 39 49 05.
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