Bruselas defiende la intervención pública preventiva de los bancos

La UE continúa su actividad para apuntalar el sistema financiero y evitar crisis futuras. La Comisión Europea señaló ayer algunas de las nuevas prioridades con las que mejorar la gestión de las crisis que puedan golpear al sector bancario, y que ya alimentaron la recesión mundial actual a la que los países europeos destinaron un 13 por ciento del PIB. Entre las medidas que propone Bruselas, todavía pendientes de ser traducidas a propuestas legislativas, se encuentra otorgar poderes a los supervisores nacionales para que sean capaces de sustituir la dirección de una entidad bancaria o exigir a una institución que se desprenda de ciertas actividades que planteen un riesgo excesivo para su solidez financiera. El objetivo es contar con normas que eviten la formación de bancos «muy grandes para colapsar», además de crear fondos nacionales alimentados por los bancos para apoyar quiebras controladas del sector.