«La excelencia abre todas las puertas»

TORQUEMADA (PALENCIA)- Torquemada se sitúa en el centro de Castilla y León. Allí, tradicionalmente, muchas familias vivían de la huerta. Del campo. Hoy, como casi todo, la cosa ha cambiado. Sin embargo, siguen en pie iniciativas agroindustriales, como «Hortalizas Salus», que con «mucho sacrificio» sacan adelante sus cuatro socios, entre los que están los hermanos Valdespina Sagredo. Charlamos con Luis Ángel, quien nos explica que son ya cuatro las generaciones productoras de esos frutos de la tierra, entre los que destaca el pimiento.

Un pimiento por el que también se conoce Torquemada, tierra de Catalina de Austria y del confesor de Isabel la Católica. De hecho, ese producto tiene desde hace cuatro años una Marca Colectiva, precedente de una futura Identificación Geográfica de Calidad (IGP).
Hortalizas Salus recibe su nombre del padre de sus actuales propietarios, Salustiano, llamado Salus en el pueblo, que tomó la iniciativa de cultivar el pimiento. Posteriormente, en 2004, era la generación actual la que daba un paso al frente para transformarlo, asarlo en horno de leña y embotarlo. Cinco años más tarde, incidiendo en esa apuesta innovadora, iniciaban el envasado de mermelada de pimiento, un manjar al alza. «Trabajamos un cultivo muy tradicional», explica Luis Ángel, quien remarca que «nuestra artesanía empieza ya en el campo», lugar donde operan con abonos orgánicos para recoger el fruto en septiembre u octubre.

El terreno que siembran es de ocho hectáreas, con una parte cubierta -formada por trece invernaderos de plástico, ocho cubiertos de malla, y una huerta al descubierto-. Entre cinco y seis se dedican a hortaliza (cinco variedades de lechuga, cebolla fresca y seca, tomate, judía, pepino o espinaca, entre otros productos), mientras que el pimiento suele ocupar dos hectáreas. «Nos da pocos kilos, aunque se cotiza bien», reconoce Luis Ángel Valdespina, quien señala que se recogen entre 20.000 y 25.000 kilos por hectárea.

La crisis que todo lo toca
Frente a la idea de que comer hay que comer y de que a la industria agroalimentaria no le afecta la crisis, Luis Ángel señala que «la gente está equivocada». De hecho, apunta, «el consumo ha bajado bastante, a lo que se suma que tenemos que competir con países más baratos, como Marruecos, donde hay peor calidad, pero precios más baratos».
Pese a que el consumo ha caído, al igual que los precios, la ventaja del pimiento de Torquemada pasa por que es un producto muy específico. «Podemos vivir de ellos, tenemos un hueco en la sociedad, porque todavía hay gente que apuesta por la calidad, que es lo que debería ser el futuro», sentencia.

Hortalizas Salus, no obstante, saca a la venta 30.000 tarros de pimientos asados, 5.000 de mermelada de este producto y 2.000 del «salpicón de la huerta», formado por pimiento fresco y cebolla en aceite sal y vinagre. Una cantidad que representa el 20 por ciento de su producción -que ellos mismos distribuyen-, dado que el 80 por ciento restante se asume por mayoristas de la provincia de Palencia y de Burgos. Sus características -gruesa carne, peso y sabor- le convierten en un manjar para muchos paladares. Palencia, Valladolid y Burgos son los destinos fundamentales de sus ventas, entre diferentes tiendas y grandes superficies.
«Esto es una pequeña empresa familiar, que tira del esfuerzo de los de casa y si hemos llegado a ser conocidos es por el respeto que tenemos por nuestros productos, por la artesanía con que trabajamos», apunta Luis Ángel, para el que la clave está en que «hemos apostado por una pequeña producción en el campo como en la transformación, pero de calidad, porque la excelencia abre todas las puertas».