Europa

Manuel Borja-Villel

El arte sensorial de Lygia Pape

El Reina Sofía acoge la primera monográfica europea de la artista, capital en la creación brasileña del siglo XX.

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Es la nueva protagonista de la creciente atención al arte contemporáneo brasileño en España: tras el Premio Velázquez, que destacó de Artur Barrio su poética radical, el Reina Sofía presenta la primera exposición monográfica dedicada a Lygia Pape en Europa, una de las artistas cariocas más relevantes junto a Hélio Oiticica y Lygia Clark. Con ellos inició el movimiento neoconcreto tras formar parte del Grupo Frente, en el que desarrolló óleos, relieves y comenzó a experimentar con xilografías, una técnica que le sirvió para conseguir los postulados más avanzados de la época. Buena muestra de ello es la serie «Tecelares», presente en la exposición.

Cambiar el mundo
«Tiene la voluntad utópica de transformar el mundo a través de la relación de colores y formas», explicó el comisario y director del Reina Sofía Manuel Borja-Villel sobre el período neoconcretista de la artista, en el que destacan sus «Ballets», «Poemas» y «Livros». En los «Ballets», Pape incorpora el tiempo subjetivo a la obra de arte, un antecedente de la «voluntad utópica» que destaca el comisario. Es en los «Livros» donde esta filosofía toma mayor significado, ya que el lector participa en la construcción del libro. El «Livro da criaçao», por ejemplo, está formado por 14 páginas que a través de cortes y colores conforman formas tridimensionales que pueden ser desdobladas por el espectador y que narran la creación del mundo. «En ellas existe una clara identificación entre fondo y forma.Después de esta etapa, Pape evoluciona para introducir los elementos en el espacio real», asegura el comisario.

En esta etapa, que se desarrolla a partir de mediados de los sesenta, la artista se interesa por el cine «con el fin de la objetividad», asegura Borja-Villel. «No fueron sólo diseños de carteles y títulos de crédito, sino también la realización de cortometrajes», añade. Se trata de un apartado clave de la muestra, ya que es la primera vez que se reúne una decena de películas suyas realizadas entre 1967 y 1976, como su primer filme, «La Nouvelle Creation», en la que sugiere el nacimiento de un hombre nuevo a partir de imágenes de la NASA. Su faceta más crítica aparece con la irrupción de la dictadura militar en Brasil, en 1964, con obras como «Caixa de formigas», donde denuncia el arte momificado de los museos, y «Roda dos Prazeres».

Justicia poética
En total unas 250 obras entre pinturas, relieves, xilografías, acciones performativas, producción cinematográfica, carteles de películas, poemas, collages y documentos. Teresa Velázquez, también comisaria de la exposición, asegura que esta exposición «hace justicia poética a una de las protagonistas del arte brasileño de la segunda mitad del siglo XX».

Romper los límites
El espíritu de participación que caracterizó a Pape provocó la creación de una performance, presentada en 1968, que cumplía su deseo de hacer un trabajo colectivo que se pudiera repetir aún cuando ella no estuviese. Se trata de «Divisor» y consiste en que a través de una enorme tela agujereada el público asoma la cabeza mientras su cuerpo queda envuelto en el tejido con el objetivo de romper el límite entre el observador y el participante.