Castilla y León

El programa «Centros Abiertos» de conciliación familiar corre peligro

El programa «Centros Abiertos» de conciliación familiar corre peligro
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Valladolid- Este próximo mes de julio será el último en que se desarrolle el programa «Centros Abiertos» por parte de la Consejería de Educación, aunque se estudiarán otras posibilidades para seguir ofreciendo estos servicios, de los que se benefician un total de 6.000 alumnos y sus familias en toda Castilla y León.

Así lo avanzó el consejero de Educación, Juan José Mateos, quien aclaró que la prioridad en estos momentos es la educación pública, mientras que este programa de conciliación de la vida laboral y familiar y para el que existe un copago, constituye un servicio complementario para los padres que trabajan en los periodos estivales y en las vacaciones de Semana Santa y Navidades.

El coste total estimado de Centros Abiertos es de 1,5 millones de euros, de los que la Consejería de Educación sufraga más de un millón de euros, mientras que los usuarios destinan el 31 por ciento del coste del servicio -desde los 25 euros por semana hasta los 80 por las cinco semanas que dura el programa-.

Este año, se oferta el servicio desde el 25 de junio y hasta el 31 de julio en 79 centros de Infantil y Primaria de Castilla y León -39 de ellos se encuentran en la zona rural y 40 en el ámbito urbano-.

Las actividades en las que participan los alumnos son complementarias a las educativas y no curriculares e incluyen actividades plásticas, deportivas, juegos de ritmo y coordinación, animación a la lectura, audiovisuales, entre otras. Además, uno de los valores añadidos de este servicio es que los escolares conviven con niños de diversos centros educativos o provincia, ya que pueden participar todos los niños que estén escolarizados en Educación Infantil y Primaria de entre tres y doce años en centros de la Comunidad.

Por otro lado, Educación eliminará aquellas unidades de Secundaria en colegios de Infantil y Primaria siempre y cuando no cumplan los requisitos establecidos por el departamento educativo. De esta manera, estas aulas se cerrarán si no cuentan con más de diez alumnos y si la distancia de la ruta escolar a otros centros es asumible. Una reordenación que se basa en razones de tipo económico y de ahorro, como reconocía el propio Mateos, ya que esta medida no está «directamente relacionada con la calidad educativa», porque el 85 por ciento de los alumnos de Castilla y León de Secundaria acude a un instituto. Ello significará, además «volver a la normalidad en esta etapa». Mateos explicó que se realizará el «esfuerzo necesario» para modificar las rutas y disminuir el tiempo de trayecto.