San Sebastián

Trueba un director de época

Presenta a concurso «El artista y la modelo», con Rochefort y Cardinale

La cinta de Trueba está ambientada en el sur de Francia
La cinta de Trueba está ambientada en el sur de Francialarazon

Cuando aún no se ha apagado el éxito de «Chico y Rita», Fernando Trueba vuelve a San Sebastián a quitarse la espinita de «El baile de la victoria», que sufrió un revés de la crítica. Ya prepara otros dos proyectos con Mariscal y la segunda parte de «La niña de tus ojos». Pero antes de todo eso luchará por alzarse con la Concha de Oro y representar a España en los Oscar con «El artista y la modelo», ambientada en el sur de la Francia ocupada y que describe la relación entre un escultor crepuscular (Jean Rochefort) con su última musa (Aida Folch, una española que huye de la España de Franco), con la colaboración de su mujer (Claudia Cardinale), una antigua modelo. Parece un homenaje al cuerpo de la mujer, pero pocas veces los personajes femeninos fueron menos objetos que en este filme.

-Ya sabemos que sólo cree en Billy Wilder, pero ¿suscribiría eso que dice el protagonista de que la mujer y el aceite de oliva son dos pruebas de la existencia de Dios?

-Es toda una declaración de principios del personaje, pero sí, podría suscribirlo. «El artista y la modelo» no sólo es el título, sino que además es el enunciado. Se trata de dos personajes de universos distintos: edad, sexo, intereses… Pero, poco a poco, se van encontrando, y, lo que es más importante, acaban transmitiéndose cosas, que es lo más maravilloso de las relaciones humanas.
-Efectivamente, él es un escultor en el ocaso que, sin embargo, ofrece una lección de Historia del Arte contemplando un dibujo de Rembrandt.
-Es un momento importante porque simboliza que ha conseguido atraer a la modelo a su mundo, al del arte. Algo que ya no ocurre: tomarse tiempo para las cosas. Ahora leer diez páginas supone el esfuerzo de una tesis doctoral.
-Es impresionante que después de contemplar un cuerpo joven y desnudo durante tantos minutos impacte tanto al espectador la belleza madura de Cardinale. ¿Cómo la convenció?
-Coincidimos como jurado en Deauville, nos entendimos muy bien y lo pasamos estupendamente juntos. Como ya tenía el proyecto en la cabeza, me pasé la semana pensando en que sería perfecta. En el rodaje nunca fue de diva, fue muy compañera.
-Para completar el estrellato francés, además de Rochefort, cuenta con Carrière como guionista…
-Es el sabio tranquilo: sabe de todo sin dar lecciones. Dado que los personajes hablaban en francés era la oportunidad de trabajar con él.
-Más allá del idioma, ¿es esta su película más francesa?
-No creo que los filmes tengan pasaporte. Las fronteras lo estropean todo.
-Parece que se siente más cómodo filmando en el pasado que en el presente.

-Las películas de época permiten hablar de las cosas importantes. La parafernalia tecnológica de hoy impide la profundidad. Los móviles, internet, no son un paisaje que me interesa mucho.

En una cama y feliz

Basado en la verdadera historia de Mark O'Brien, que escribió una serie de artículos sobre sus experiencias con las mujeres, a pesar de que vivió gran parte de su vida sin moverse de la cama por la poliomelitis (que no tiene por qué anular ni tu inteligencia ni tu sentido del humor, al contrario que «Mar adentro»), «Las sesiones» es un drama luminoso y feliz, con dos actores en estado absoluto de gracia: John Hawkes y Helen Hunt.