Cierre por liquidación

La liquidación por cierre del PSOE comenzó anteayer con el «decretazo» en el Congreso y la más absoluta soledad parlamentaria, o mejor dicho, empezó hace más de dos años cuando se negó la tormenta que se nos avecinaba. Ahora, las federaciones socialistas de toda España sufren las consecuencias de esa irresponsabilidad. El miércoles lo vimos en la Asamblea de Cartagena con un Saura roto, sin argumentos y en vísperas de unas elecciones a diez meses vista, y con un adversario, Valcárcel, firmando un Pacto por el Empleo que ya hubiera querido para sí el mismísimo Zapatero. Pero las cosas son como son y no como uno quisiera, porque los sueños se cumplen si se trabaja para ellos, y nunca se cumplen si no se hace el más mínimo esfuerzo. Zapatero y Saura han esperado a que el tiempo escampara y justamente no les escampa y ahora sufren las consecuencias políticas de su inacción. Afortunadamente, y no todos son igual, Valcárcel se ha empleado en enderezar el rumbo negativo de la Región y ahí tiene el apoyo de empresarios y sindicatos con el Pacto por el Empleo. El «a todos a una» es justamente lo contrario al aborto libre, al despido libre, al recorte de las pensiones, al gasto público disparatado y no se saben cuantas cosas más. El Gobierno está en cierre por liquidación y Saura está bajando la persiana de una tienda en la que no se vende nada.