Zapatero: «No estamos en Afganistán para quedarnos»

Mientras Benedicto XVI peregrinaba ayer a Santiago de Compostela, el presidente del Gobierno lo hacía a Afganistán. En una visita relámpago, la segunda desde que es presidente del Gobierno y la primera en los últimos cinco años, tuvo tiempo de visitar a las tropas españolas –a quienes recordó que no estamos allí «para quedarnos»–, de comprometer 360.000 euros en las obras de ampliación del aeropuerto de Herat y de cosechar los agradecimientos del presidente afgano, Hamid Karzai. Cumplida la misión, de vuelta a España, donde el jefe del Ejecutivo debe despedir hoy al Papa en Barcelona.

 Zapatero llegó a primera hora de la mañana a Afganistán acompañado por las ministras de Asuntos Exteriores y Defensa, Trinidad Jiménez y Carme Chacón, respectivamente, y el Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), José Julio Rodríguez. Una vez en la base española Ruy González Clavijo en Qala i Naw, el presidente del Gobierno aseguró que «no estamos en Afganistán para quedarnos», aunque añadió que «nuestro compromiso debe ser firme hasta que los afganos puedan garantizar su propia seguridad. Ellos habrán ganado un futuro mejor y todos habremos ganado un mundo más seguro». En una posterior conversación informal con los periodistas, no se atrevió a poner fecha al repliegue total de la misión internacional.

El jefe del Ejecutivo reconoció que la tarea que desempeñan los militares españoles es «ardua» y «va a exigir tiempo», pero añadió que tanto el pueblo afgano como la comunidad internacional «merecen este empeño».

Era la primera visita de Zapatero a Qala i Naw, pues en su anterior viaje, en diciembre de 2005, el mal tiempo impidió a la comitiva española acercarse hasta aquí y el presidente tuvo que conformarse con trasladar su apoyo a las tropas desplegadas en Herat.

«El tiempo que sea necesario»
Antes de dirigirse a los militares, Zapatero se reunió con el gobernador de la provincia de Badghis, Dirbar Jan Arman, a quien garantizó que España continuará en Afganistán «el tiempo que sea necesario», aunque admitió que, por la «distancia geográfica y cultural», es «difícil explicar la operación», informa Ep. Arman correspondió a sus palabras agradeciendo el trabajo de los militares de nuestro país y recalcando que los ciudadanos afganos valoran este esfuerzo. «Es importante que los españoles lo sepan», dijo.

En su discurso, Zapatero no escondió que los más de 1.500 efectivos que operan en Afganistán (donde se han producido ya 95 bajas españolas) cumplen su misión en «un escenario duro, difícil», al que se refirió como «el más arriesgado» de todos en los que han estado las Fuerzas Armadas españolas en sus 22 años de misiones internacionales. No obstante, añadió que este «sacrificio» es necesario para que un país en el que los talibán han cometido «todo tipo de atrocidades» no vuelva a ser «santuario del terror y del horror».

«Estamos aquí para hacer todo lo posible para que esto no vuelva a suceder», aseguró.
Pero la visita presidencial también sirvió para reforzar la ayuda económica española para la reconstrucción de Afganistán. El presidente se comprometió ante Karzai a que nuestro país aportará medio millón de dólares (unos 360.000 euros) para ayudar a diseñar el plan de ampliación del aeropuerto de Herat.

En Kabul, Rodríguez Zapatero se reunió con el presidente afgano y con el comandante de las tropas de la OTAN, el general estadounidense David Petraeus. Karzai agradeció la labor desarrollada por los soldados españoles, tanto en seguridad como en tareas de cooperación, y puso de relieve que la zona donde se ubican, especialmente Badghis, era «una de las más pobres del país» y, gracias a ese trabajo, se ha conseguido «mejorar la calidad de vida» de sus habitantes.

Zapatero también abordó con Karzai y Petraeus la cumbre de la OTAN del próximo día 20 en Lisboa, en la que se definirá la estrategia militar de la Alianza Atlántica en Afganistán y el calendario del traspaso de responsabilidades a las Fuerzas de Seguridad afganas a partir de 2011.


Corbata con la bandera española
- Zapatero lució una corbata azul marino con la bandera de España en la comida que compartió con los militares de nuestro país, a los que trasladó un «abrazo» de Su Majestad el Rey y el «agradecimiento» por su labor.
- En el aeropuerto de Kabul realizó una ofrenda floral ante el monolito que recuerda a los fallecidos en el accidente del «Yak-42» y en Qala i Naw rindió homenaje a los 95 soldados españoles muertos en Afganistán «en defensa de la paz».