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Sinde

La Razón
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Sinde-masiado sentido, son muchos los artistas y creadores que apoyan la Ley Sinde alegando que el libre intercambio no es sino vil piratería. Una reflexión que me traslada siglos atrás en busca de la verdadera esencia de Arte y Cultura. Aquella que lo define como libre, puro, lejos de ataduras materiales como «la pasta».
Sinde-cir con eso que músicos o directores de cine no puedan ganarse la vida con su obra. Todo lo contrario, es absolutamente lícito que lo hagan. La incoherencia viene de defender una postura precisamente contraria a lo que promueven.
Sinde-pender de la red, sin haberse aprovechado de ella, la protesta podría ser incluso justa. Pero no es ése el caso. Es todo lo contrario, la hipocresía por excelencia. Internet ha sido para ellos la mayor de las plataformas para promocionar su trabajo.
Sinde-jar de renovarse, el arte debe adaptarse. Son infinitas las oportunidades que ofrecen los actuales medios, sin tener necesariamente que capar libertades y derechos en internet.
Sinde-tenerse a pensar, muchos de esos artistas se han mostrado orgullosos por esta ley sin contar que, seguramente, un importante porcentaje de sus seguidores son adictos a las descargas. Seguidores que ahora ya saben que en realidad no se trata solamente de arte o cultura, ni siquiera de propiedad intelectual. Ahora los piratas ya son otros.