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Josu Urrutia

La Razón
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El Athletic Club estará siempre por encima de quien lo presida, entrene al equipo o marque los goles. El Athletic no es sólo una institución deportiva. La historia le concede estatus de símbolo vizcaíno. Forma parte del ánima de la sociedad. Hace años que no consigue títulos, que no ven los ciudadanos la navegación de la gabarra con lo que ello significa. Y no importa. En Bilbao gusta ganar como en cualquier lugar, pero perder no es un drama. Las gentes que llenan San Mamés saben de antemano lo que van a encontrar en el césped: a los suyos. Ahora, en reñidas elecciones han trasladado a un hombre del césped al Palacio de Ibaigane para que dirija el club. Josu Urrutia, que ha vencido a Fernando García Macua, ha cambiado, como se diría en términos taurinos, la seda por el percal, aunque en este caso tal vez sea a la viceversa.
Lo importante tal vez es el hecho de que sea un ex jugador quien presida el club. El hombre que ha sabido sufrir sobre el césped tendrá que padecer en el despacho y en el palco porque conducir al Athletic no es tarea fácil. No lo es porque la estructura actual del fútbol le impide desenvolverse como antaño. Los dineros y su idea de potenciar canteras de su entorno le impiden estar en los lugares donde ganó honores. Ahora es sólo aspirante a ganar la segunda Liga, la que no disputan Barça y Madrid y Josu apuesta su pedigrí con Marcelo Bielsa.
Posdata. En el fútbol también hay dirigentes florero, aunque salgan en telediarios y portadas.