Centro de Arte Reina Sofía
El arte desecho la nueva exposición del Reina Sofía
El Museo Reina Sofía dedica al «nuevo realismo» una exposición que reúne 230 obras de 29 artistras
Aquellos tipos decidieron mirar hacia otra parte. Jackson Pollock había muerto, el expresionismo abstracto languidecía y los viejos maestros, como Miró, Picasso y Kandinsky, no planteaban caminos innovadores que explorar. Encontraron la renovación en una nueva relectura de Duchamp y, también, en esa cotidianeidad de objetos desechados por una emergente sociedad consumista. No había nacido aún el lenguaje artificial del Pop Art y esos años aislados, los comprendidos entre 1957 y 1962, se configuraron como una horquilla de experimentalismo y libertad. Sin categorías, sin hitos, sin grupos, esos artistas desacralizaron el arte a partir de lo inmediato.
Tradición reinventadaSus nombres eran Yves Klein, Piero Manzoni, Jean Tinguely, Allan Kaprow, Christo y Martial Raysse, entre otros. En 1960, se acuñaría el término que los reconocería: «Nuevo realismo», mientras el crítico Sidney Janis definiría su trabajo a partir de una descripción: «El objeto cotidiano, sin embellecer, sin pretensiones artísticas, se ve revelado e intensificado. La tradición de la obra de arte inventada por el artista se ve suplantada por un auténtico producto de la cultura de masas, el "readymade"». El Centro de Arte Reina Sofía inauguró ayer «Nuevos realismos: 1957-1962», una exposición centrada en estos creadores que abrieron las puertas a una nueva percepción del arte. Comisariada por Julia Robinson, la muestra reúne 230 obras de 29 artistas. «Rompen la autonomía de la obra de arte, con el predominio de la pintura y recuperan el objeto. Se dan cuenta de que se ha pasado de una sociedad de producción a otra de consumo. La mercancia es lo central», comenta Manuel Borja-Villel, director de la institución. Las propuestas de estos renovadores parten de lo que tienen a mano. A través de sus obras, el espectador puede reconocer cubos, neumáticos, latas, globos, prendas de ropa desechada y fragmentos de periódicos que encuentran en las calles. Un material que reorganizan, pintan, reutilizan y desubican al trasladarlo a un contexto distinto recalificando un material, de partida, inservible en algo preciado. Desde el elogio del vacío de Klein, hasta las acumulaciones de Arman con sus «paubelles» (cubos de basura); desde las piezas llamadas «aliento de artista» y «mierda de artista», de Manzoni hasta el «Ballet des povres», de Tinguely (sus esculturas en movimiento tienen una buena representación). Estos artistas apostaron por la «espectacularización» de la pintura, y la temporalidad, como Allan Kaprow con «Yard», pieza que aquí reinterpreta Christian Xatrec.
Otra clase de exposiciónLo dijo Manuel Borja-Villel. Era «la exposición tapada». Y una de las que más ha sorprendido. Pero el director del Museo Reina Sofía buscaba, además de enseñar al público un periodo del arte menos conocido, concretar una nueva clase de exposición. Aquí los artistas están organizados a través de las exposiciones y momentos en las que se dan a conocer sus obras. «Es una muestra de investigación de todo un grupo de gente». Para explicar esta época ha recurrido al vídeo, la foto y el documento, piezas esenciales para comprender a estos creadores.
- Cuándo: hasta el 4 de octubre. - Dónde: Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.- Cuánto: 3 euros.
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