Literatura

Sevilla

Los azares de la vida por Enrique Miguel Rodríguez

La Razón
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Hay semanas estupendas pero que te dejan sin resuello. En esas situaciones, si dispones de sábado y domingo libre, lo que recupera es no hacer nada. Esto se traduce en largos paseos por el campo con mis perros, últimamente también me acompañan algunos de mis gatos, por lo que voy entre pinos, olivos y palmeras como una especie de Noé del Aljarafe. La segunda actividad es meterme en la cocina, ya se sabe que hay últimamente cuatro cosas a las que te tienes que acoger para no ser un desplazado: o juegas al pádel o perteneces al club de intercambio informático, o te vas de manifestación, opción que ha ganado mucho últimamente, o te dedicas al guisoteo, como es mi caso. Aclaro que mis exquisiteces sólo las paladean los de casa, con lo que el éxito es seguro. De esta afición es culpable Carlos Herrera, que es un auténtico maestro que además procura ganar adeptos para la causa. Pero con lo que más disfruto es con leer todos los periódicos, pero sin prisas, incluso voy guardando artículos o informaciones a las que no he podido prestar la suficiente atención. En esta tarea me surgió el título de este artículo. En el museo Thyssen se inauguró una exposición de la firma de joyería Cartier; presidieron doña Pilar, Infanta de España, la baronesa Thyssen y Carlota Casiraghi. Decirles que me encantan las joyas, una parte de mi vida laboral ha estado dedicada a las mismas. Me parece estupendo que se organicen este tipo de actos, no solamente por la parte cultural, ya que aportan un estilo y una belleza tan necesaria en estos momentos. Pero por azares del destino, justo por el mismo lugar donde está situado el museo, pasan un día sí y otro también las manifestaciones contra el capitalismo compuestas por adictos a la algarada y a la violencia. Sindicatos que se entregan a la liturgia de la clase obrera, aunque sus organizaciones caigan en todos los vicios que critican, y muchos que con todo derecho protestan porque el Estado no ha sabido cumplir lo que manda la Constitución, un empleo digno para cada español.