«Me fui a las librerías a vender mi novela»

-En su caso, interesa más la historia de cómo ha llegado su novela a una gran editorial que la novela en sí. ¿Lo entiende?
-Lo entiendo. Es normal. Lo mío no se ve todos los días.

-Quizá sea la historia que debería escribir ahora...
-Sería sobre el esfuerzo, la constancia y el amor de un autor por su obra, o sea, una historia aburrida. Voy a escribir otra cosa.

-Se decidió a escribir porque leyó una novela premiada y le decepcionó...
-Llevaba leídos tres premios y fueron tres decepciones. Y sí: eso me llevó a escribir la novela que me gustaría leer.

-¿Ya la ha leído?
-¿La mía? Claro, muchas veces.

-¿Y le ha gustado?
-Sí, sobre todo cuando la leí recién acabada. Lloré escribiendo algunas partes, las más duras. Y muchos lectores me han dicho que han llorado leyendo esas mismas partes. Eso me gusta, me emociona.

-Es usted un sentimental...
-Sí. Escribo para remover sentimientos. Y, como lector, necesito que las novelas me remuevan por dentro.

-Se editó la novela usted mismo...
-No quería sentir la humillación del rechazo ni pagar por su publicación.

-La mandó imprimir y la distribuyó por las librerías...
-Las pequeñas la aceptaban, pero entrar en las grandes superficies fue muy duro. Al final, lo logré por pesado. Soy un escritor primerizo y muy pesado.

-Se puso en las librerías a ofrecer su novela a todo el mundo...
-Sí, y conseguí que muchos la compraran. Les hacía gracia ver al autor ofreciendo su libro. Me daba mucha vergüenza, pero le eché valor y horas.

-Y así vendió 3.000 ejemplares. Diría que lo suyo ha sido...
-La defensa de una obra con uñas y dientes.

-Y de repente le llaman de Espasa para publicarla...
-Pero no por todo lo que había hecho por ella, sino porque les gustó.

-Ya. ¿Qué cree haber demostrado?
-Que la vergüenza no sirve para nada. Que hay que lanzarse y hacer lo que haga falta por lo que uno quiere.

-Habla su libro de los vivos que se sienten muertos. ¿Eso era usted?
-Casi. Hasta que decidí empezar la vida de nuevo después de un accidente. Ahora le dedico más tiempo a vivir, me siento vivísimo. Y muchos lectores han empezado a sentirse vivos leyéndome.

-Escritor y milagrero....