África

Londres

Sin el apoyo aéreo aliado los alzados retroceden

Después de días de avance, los rebeldes han tenido que volver a batirse en retirada, corriendo delante de la artillería pesada de Gadafi, que les ha echado de las puertas de su ciudad natal con cohetes Grad y una lluvia de balas.

Sin el apoyo aéreo aliado, los alzados retroceden
Sin el apoyo aéreo aliado, los alzados retrocedenlarazon

Los revolucionarios habían conseguido acercarse peligrosamente a Sirte, pero ayer a primera hora tuvieron que retirarse a la última posición segura bajo su control, la localidad de Ben Jawad, que ya se ha convertido en un lugar maldito para ellos en esta guerra. Al igual que ya ocurrió hace tres semanas, cuando Gadafi les tendió un trampa allí, un ataque agresivo y por sorpresa les obligó a correr hacia el este de nuevo, regresando a Ras Lanuf, a 200 kilómetros de Sirte, que constituye un punto clave en los avances y retrocesos del frente este. Unas horas después, una nueva desbandada hacia el este, hacia la zona de El Aguila, donde se situaban los rebeldes al cierre de esta edición.

No es una huida, según el Gobierno revolucionario, sino una «retirada táctica», aunque una fuente cercana al Ejecutivo, revelaba a LA RAZÓN que el avance repentino y rápido de los pasados días fue un error estratégico y nunca tuvo que ocurrir:los líderes militares no ordenaron este movimiento, pero fueron incapaces de detener a los jóvenes que volaron rumbo a Sirte, pensando que los aviones franceses son los suyos propios y sin preocuparse de asegurar las posiciones que dejaron descubiertas a sus espaldas. Cada vez resulta más evidente que los rebeldes no pueden avanzar y mantener sus logros sin el apoyo aéreo de los aliados, que quizás ya no les vayan a brindar tan fácilmente. El Ejército de la Libia libre recuperó 200 kilómetros en 48 horas, gracias a los bombardeos de Francia y el Reino Unido, que fueron denominados por el Ejecutivo rebelde como «aliados» en un desliz de su portavoz, Iman Bugaighis.

El Consejo Nacional se dijo confiado en seguir contando con el apoyo de las fuerzas internacionales, que aseguran que está teniendo además un efecto negativo sobre las fuerzas de Gadafi, tanto sobre el terreno como en la moral de sus combatientes, muchos de los cuales estarían desertando, según las autoridades rebeldes, que miraban ayer esperanzadas y desesperadas hacia Londres.

El Ejecutivo de Bengasi volvía a pedir una operación urgente en Misrata, que lleva más de diez días –en los que habrían muerto más de140 personas– bajo el asedio de Gadafi y donde la situaciónumanitaria es dramática, según denuncian desde la ciudad. EEUU atacó ayer tres buques de Gadafi frente a las costas de Misrata, cuyo acceso marítimo está siendo bloqueado por el régimen para que no llegue ni siquiera la ayuda humanitaria. Los buques libios habían abierto fuego contra un barco comercial y fueron bombardeados por aviones y buques americanos.

Por la tarde, Trípoli sufrió una serie de potentes explosiones que la televisión libia atribuyó a «los agresores colonialistas y cruzados». Según diversos testigos, podrían haber caído cerca del complejo presidencial de Gadafi.