Elecciones autonómicas
Basagoiti da por roto el pacto y pide al PSE un adelanto electoral
VITORIA- Y la cuerda se rompió. El mayor obstáculo desde el inicio del pacto PP-PSE, las divergencias económicas entre ambas formaciones, ha terminado por precipitar su final, sumado a la falta de firmeza socialista frente a la izquierda abertzale. El líder del PP vasco, Antonio Basagoiti, dio ayer por «agotado» el Acuerdo de bases por el cambio y reclamó al lendakari Patxi López un adelanto de las elecciones vascas previstas para marzo de 2013.
Ahora la pelota está en el tejado del PSE, ya que puede optar por seguir en el poder sin apoyos externos o por adelantar los comicios a la vuelta del verano. La oposición creciente de López al Gobierno de Mariano Rajoy, rematada en el anuncio de llevar al Tribunal Constitucional los recortes decretados en Sanidad y Educación, ha sido «la gota que ha colmado el vaso», aseguran fuentes del PP vasco, que recuerdan que el pacto estaba «blindado» al rifirrafe de la política nacional, como así ocurrió durante el mandato de Zapatero. Pero, según apuntan, López ha desoído esa premisa al convertirse en «principal portavoz de Rubalcaba», arremeter contra el Ejecutivo del PP y llevar sus medidas a los tribunales, estrategia que también tornó «fría» su relación con Basagoiti en los últimos meses.
De hecho, ha sido esta última maniobra –y no las voces críticas alzadas contra el acuerdo, sobre todo, en el PSE guipuzcoano y en el PP nacional, ni la gestión del fin de ETA– la que ha provocado la ruptura. Así lo explicó Basagoiti, que anunció su decisión en sendas entrevistas en Punto Radio y Cope, al asegurar que «no es normal» que el PSE «planee iniciativas que agreden al que le apoya».
Sorpresa en el Gobierno vasco
Los recursos ante el TC, anunciados el pasado viernes, conformaban un escenario analizado ya en el PP vasco y sobre cuyas consecuencias había advertido al lendakari, según apuntan desde el partido. Aunque desde la presidencia vasca aseguran que la ruptura del pacto «no se esperaba» y que tuvieron noticia por la radio, desde el PP vasco afirman que la última conversación entre López y Basagoiti se produjo el pasado domingo y en ella se previno al lendakari, aunque sin hablar expresamente de adelanto electoral.
Basagoiti, que reconoció los frutos que ha dejado el primer Gobierno vasco no nacionalista, señaló que la dirección nacional del PP estaba informada de la ruptura. «Pero la decisión es nuestra», añadió. El lendakari valorará hoy la decisión de su ex socio en una comparecencia en Vitoria en la que tenía previsto hacer balance de los tres años de gobierno.
Pero ayer, mediante una nota, avanzó que ha sido el PP el que ha infringido el acuerdo por «apoyar y hacer seguidismo de los recortes del Gobierno de Rajoy antes que defender el autogobierno de Euskadi». «Ninguno de sus apartados contemplaba el debilitamiento de nuestro autogobierno ni el desmontaje de los servicios fundamentales del Estado del Bienestar», subrayó.
Cada votación, por separado
No obstante, pese al previsible divorcio, el PP vasco anunció ayer que estudiará de forma individual cada una de las leyes o mociones que se sometan a debate antes de decidir si presta su apoyo en el Parlamento vasco al Gobierno de Patxi López, según indicaron ayer fuentes de esta formación a Ep. Los 13 escaños de los populares han permitido a los socialistas (tienen 25 actas) sacar adelante muchas de sus propuestas en el Parlamento de Vitoria, como ha sido el caso de los presupuestos. Los populares de Antonio Basagoiti retiran ahora el apoyo que han dado al PSE desde 2009 y decidirán en cada caso concreto si dan su respaldo al Ejecutivo.
Camino de un desencuentro
El pacto entre PP y PSE, tan histórico como inusual, abrió una nueva etapa en una comunidad marcada por la alargada sombra de ETA. Casi tres años de alianza en los que han coincidido en lo político, pero con importantes discrepancias en lo económico, agravadas aún más si cabe desde que Rajoy es presidente. A principios de año, los populares se desmarcaron de las medidas económicas de López y presentaron un plan propio. Y el lendakari contraatacó la semana pasada con el recurso ante el TC de los recortes del Gobierno. No han sido las únicas discrepancias. La condena a Otegi por el «caso Bateragune» y la decisión del Gobierno vasco de equiparar a las víctimas de abusos policiales con las del terrorismo también fueron importantes puntos de fricción, que acabarán, previsiblemente, en divorcio.
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