Huelgas

Los médicos se niegan a secundar la huelga general

UGT y CC OO, preocupadas ante un fracaso del 29-S tras el desmarque de la sanidad

Los médicos se niegan a secundar la huelga general
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A 18 días de la huelga general, UGT y Comisiones Obreras ya no ocultan su preocupación ante un eventual fracaso de la convocatoria. Por eso han diseñado una hoja de ruta hasta el 29-S salpicada de actos que animen a los trabajadores a secundar el paro general. Sin embargo, hasta la fecha las organizaciones sindicales mayortiarias no han tenido excesivo éxito en sus propósitos. En estos momentos, existe una serie de sectores, algunos fundamentales, que bien se han descolgado de la convocatoria o bien, directamente, dudan de la eficacia de la misma y, por tanto, de secundarla.

De momento, la sanidad ha dado un portazo a UGT y Comisiones y a su huelga general. Esta negativa del colectivo sanitario a seguir las directrices de las centrales mayoritarias ha generado un cierto nerviosismo entre las filas de las organizaciones dirigidas por Cándido Méndez, íntimo amigo de Zapatero, e Ignacio Fernández Toxo.

Los peores pagados de Europa

Han sufrido un recorte brutal en su salario tras el último tijeretazo, hasta el punto de que se encuentran ya entre los peor pagados de Europa; se enfrentan a una avalancha de pacientes en medio de plantillas cada vez más reducidas por la crisis, la Administración sanitaria está burocratizando su trabajo hasta convertirlos prácticamente en funcionarios... Sin embargo, no irán a la huelga. Los médicos han dicho «no» a los sindicatos CC OO y UGT y rechazan secundar el plante general contra la política económica de José Luis Rodríguez Zapatero.

Las enfermeras, por su parte, no han adoptado aún posición oficial en su comité ejecutivo, aunque fuentes del sindicato que los representa, el Satse, aseguran que lo más probable es que la próxima semana sigan los pasos de los facultativos y renuncien a los paros. ¿Qué ha sucedido para que algunas de las profesiones más castigadas por las últimas decisiones del Gobierno declinen unirse a las protestas orquestadas por los sindicatos de clase?
Los médicos entienden que existen muchas razones para ser beligerantes con el Ejecutivo, pero descartan participar en la huelga del 29-S porque las centrales siempre los han dejado históricamente de lado; la última vez se ha producido con motivo del tijeretazo, cuando los sindicatos profesionales que los representan recibieron una negativa como respuesta a su petición de que UGT y CC OO negociaran para ellos una bajada idéntica a la de otros profesionales sanitarios tras el recorte de salarios públicos. El objetivo de los médicos era perder «sólo» un 5%, en lugar del 7,5%, como al final ocurrió.

El rechazo de los facultativos a intervenir en la primera huelga general convocada en España contra José Luis Rodríguez Zapatero tiene su intrahistoria. Sabedores de la importancia de la paralización de los hospitales a efectos mediáticos, los sindicatos UGT y CC OO pusieron desde hace dos meses toda la carne en el asador para contar con la participación en el paro de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) y del Sindicato de Enfermería, el Satse. Ambas organizaciones son mayoritarias en la sanidad española y constituyen una «masa conservadora» en principio en desacuerdo con el Ejecutivo actual.

El pasado día 2 de julio llegaron incluso a celebrar con ellas y con otros sindicatos más pequeños una reunión, en la que se habló de la posibilidad de firmar un «manifiesto conjunto» y de suscribir un compromiso de participación global el 29-S. La pretensión quedó en nada. Sin embargo, los intentos de movilización conjunta prosiguieron tras el verano. De hecho, Cándido Méndez «comisionó» desde UGT a uno de los principales conocedores del mundo médico en su sindicato, y primer coordinador de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Miguel Ángel Zamarrón, con el objeto de convencer al secretario general de la CESM, Patricio Martínez, de la necesidad de que los médicos salieran también a la calle.

Hubo llamadas telefónicas en agosto e, incluso, un almuerzo en un discreto restaurante madrileño el pasado día 2 de septiembre entre ambos. Zamarrón arrancó sólo del psiquiatra el compromiso de que plantearía la posibilidad de que los médicos participaran en el plante en un comité ejecutivo. Al final, y como era previsible, la decisión fue un «no» rotundo: «La CESM no secundará la huelga general convocada por CC OO y UGT para el 29-S. Aunque, naturalmente, entiende que los facultativos tomen a título individual la decisión que les parezca más oportuna», aseguró la organización en un comunicado, recordando el caso omiso que los sindicatos de clase hicieron a sus lamentos por el recorte del 7,5% del sueldo. La CESM no dejó escapar la ocasión para acusar a CC OO y UGT de ser corresponsables de la actual crisis, al actuar como «comparsas» de la «pasividad» e «ineptitud» del Gobierno en materia económica.

La caja única
El rechazo de los médicos a participar en la huelga general no implica connivencia alguna con el Ejecutivo, como se empeña en resaltar su sindicato mayoritario, la CESM. De hecho, esta organización promete estar vigilante ante posibles recortes adicionales para la Sanidad que puedan introducirse en los presupuestos, y promete actuar en caso de que se produzca una ruptura de la caja única de la Seguridad Social a cambio de que el PNV apoye los Presupuestos del Estado de 2011. A su juicio, esto implicaría el desmembramiento del Sistema Nacional de Salud. Si estos escenarios se hicieran realidad en los próximos meses, los médicos reaccionaremos y lo haremos con la contundencia apropiada al caso», avisa el comité ejecutivo de la CESM.

En este escenario poco halagüeño para sus intereses, los sindicatos llaman a secundar el paro por todos los medios a su alcance. Sin ir más lejos, Comisiones Obreras de Catalunya también utiliza el gancho audiovisual para movilizar a la ciudadanía a participar en la huelga general del próximo 29 de septiembre.

Aunque sin la ácida sátira de UGT con Chikilicuatre incluido, CC OO propone un vídeo en el que resalta los puntos negativos de la reforma laboral que aprobó el jueves el Congreso de los Diputados. Con la sobria metáfora visual de una partida de ajedrez entre patronal y trabajadores, intercala mensajes directos al espectador. Advierte, así, de que «te podrán despedir por pérdidas económicas coyunturales, por mejoras empresariales y por posibles futuros problemas de la empresa».


Amenaza de conflicto social
Los secretarios generales de CC OO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, aseguraron ayer que, si el Gobierno no da marcha atrás en la reforma laboral tras la huelga general del próximo 29 de septiembre, «tendrá que convivir con un clima de malestar social durante el resto de Legislatura». Esta advertencia la realizaron en un acto con un escaso número de participantes en el Consejo de la Juventud, órgano que anunció su intención de secundar la huelga. Para Toxo, si el Ejecutivo no rectifica sus políticas económicas y lleva a cabo la reforma laboral, cometerá un «craso error» que puede hacer que «se enquiste» una tasa de paro superior al 20% durante varios años, informa Efe. Además, recordó que las dos huelgas generales que los sindicatos han llevado a cabo durante la democracia, la de 1988 y la de 2002, hicieron que el Ejecutivo modificase su postura, y se mostró convencido de que en este caso va a suceder lo mismo, ya que «cambiarán las políticas o cambiará el Gobierno».

Méndez señaló que el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, no puede «negar la evidencia ni pasar página» tras la huelga general, porque «la vida no va a seguir igual». La reforma laboral va a ser «descalificada democráticamente» por esta movilización. Las políticas económicas del Gobierno «no van a resolver el problema del paro, sino que lo van a agravar», porque «retrasan la recuperación económica».