La guerra de las galaxias (episodio uno)

Y con tres títulos en juego, aunque en realidad todos los encuentros están unidos entre sí y lo psicológico puede pesar tanto como lo futbolístico. Cada declaración o no declaración (como «Mou» ayer) tiene trascendencia. Todo lo que pase y pasó puede influir en lo que pasará.
Hay quien opina que lo que pase hoy influirá decisivamente en lo que sucederá en el resto de enfrentamientos, que quien dé primero dará dos veces.

También está la opinión contraria, quien cree que el de hoy es el menos importante de los partidos. En juego está la Liga o, más bien, saber si hay algo de Liga o está decidido en lo que al título se refiere. Porque en caso de empate o victoria del Barcelona ya nadie creerá posible que el Madrid remonte ocho u once puntos en seis jornadas. Pero si vencen los de Mourinho se colocarán a cinco e impedirán que su rival se relaje en la Liga. Otro fallo y los tendrían ahí...

Dadas las circunstancias especiales del duelo y teniendo en cuenta lo que queda por delante, con títulos en juego (Copa) y la clasificación para la final de la «Champions», está por ver si ambos entrenadores ponen a los «mejores» desde el primer día o juegan al despiste con alguna rotación. La mayor duda de Mourinho es si refuerza el medio (quizá con Pepe) y pierde un jugador en ataque (Özil o Di María).

Guardiola tiene problemas con las lesiones, con la baja de Puyol, aunque el capitán ha entrado en la convocatoria, pero no jugará. A Pep le falta un central y Mascherano está sancionado. Milito, fuera de forma, y Keita son las opciones. Otros jugadores como Pedro llegan sin ritmo. Al Barcelona también le acompaña la sensación de estar un poco más agotado que su rival.

Entre lo que pasó en el pasado y que puede influir en el futuro está la maldición de Cristiano contra el Barça y la de Messi contra Mourinho. Porque si el partido mide a los dos mejores equipos del mundo, también enfrenta a los dos mejores jugadores, que se retroalimentan con su lucha sin fin. Ambos llegan en forma y con 29 goles en la Liga. «CR7» está dispuesto a marcar por fin al Barcelona.

No lo ha hecho en seis enfrentamientos (tres con el Manchester United y tres con el Real Madrid), aunque sí eliminó una vez a los azulgrana con el conjunto inglés. También debe luchar con la losa que supone que el Real Madrid haya perdido los últimos cinco clásicos y que aún no haya logrado un título con él. Quiere acabar con su hegemonía. «No podemos estar otro año sin ganar nada», reconoce Cristiano.

Messi le ha marcado siete goles a Casillas, pero ninguno a equipos entrenados por Mourinho. Ni en el 5-0 de la ida esta temporada. De que alguno de los dos rompa esa estadística puede depender el resultado, porque entre rivales tan igualados los duelos individuales deciden. Iniesta llega en mejor forma que Özil, aunque el alemán está siendo de los mejores madridistas del curso. Otros factores fundamentales pueden ser los defensas más ofensivos.

Para «Mou», Marcelo ha pasado de ser sospechoso a ser el mejor lateral izquierdo del mundo; y Alves ofrece una salida por fuera al juego por dentro del Barcelona. Xavi y Xabi ponen la precisión, aunque es previsible que el Barça tenga más el balón... Muchos actores en la mejor obra futbolística posible. Hoy se abre el telón, primer acto.