Legislemos los traspasos

Las urgencias de última hora no son buenas y así lo han confirmado los equipos que llegaban más necesitados a la última jornada de la primera fase. La ACB premia la regularidad y a la Copa del Rey van los más regulares de las 17 primeras jornadas. Para el sorteo de hoy algo ya sabemos: Barça y Madrid no se cruzarán hasta una hipotética final.
Las aguas de los traspasos se han serenado, pero lo que parece un simple cambio de cromos ha revolucionado la ACB cuando queda todavía mucho por decidir. Quizá, una vez más, sea bueno comparar con las normas a este respecto que existen en la NBA.
Allí son muy dados a traspasos múltiples. Se involucra a un montón de jugadores, que no tienen nada que opinar. Se los traspasa y punto. Siempre hay un motivo:reforzar una posición, rejuvenecer el equipo, reducir la masa salarial, canjear por futuras elecciones del «draft»... Siempre hay algo que favorece a los implicados.
La ACB no tiene nada que ver. Si los grandes tienen un problema, apelan a su potencial económico y los humildes se ven obligados a vender a sus estrellas para poder sobrevivir. Si Granada no hubiera vendido a Ingles, probablemente no estaría último; si Fuenlabrada no hubiera hecho lo mismo con Batista, estaría en la Copa del Rey. El futuro económico prima por encima del interés deportivo inmediato. Deberían regularse este tipo de cambios que hacen que el premio al trabajo de muchos meses se esfume por un puñado de euros.