Alemania intenta retrasar el segundo rescate griego

La incapacidad de los dos bandos, uno reducido encabezado por Alemania y otro más numeroso liderado por el BCE, sobre la participación de los inversores privados en este segundo rescate, llevó ayer al comisario de Asuntos Económicos Olli Rehn a lanzar un serio aviso para presionar a favor de un acuerdo en dos tiempos que deshaga la madeja. Rehn espera que el domingo los ministros de la Eurozona den luz verde a la entrega del quinto paquete de 18.000 millones, incluidos en el primer rescate aprobado de 110.000. Para entonces se debería dejar allanado el camino para el segundo rescate, que Bruselas espera cerrar el 11 de julio. Sin este segundo rescate, el FMI no está dispuesto a dar el visto bueno al tercio que aporta al actual plan de ayuda de Grecia. Un soporte que volvió a condicionar a que el país heleno cumpla con el plan de ajuste que todavía no ha aprobado. Las cosas, sin embargo, podrían dilatarse y complicar aún más la ya crítica situación griega. Fuentes bancarias y de la eurozona citadas por la agencia Reuters aseguran que Alemania quiere retrasar a septiembre la línea roja para llegar a un acuerdo sobre este segundo programa de ayuda.

Crisis política helena
En el país heleno, la caótica situación política ha añadido en los últimos días más incertidumbre. Tras anunciar el miércoles la remodelación de su Gobierno para tratar de estabilizar la situación, el primer ministro de Grecia, el socialista Yorgos Papandreu, pidió ayer a sus diputados que no le abandonen en la lucha para evitar la quiebra del país, ante el creciente descontento entre sus correligionarios por las impopulares medidas de austeridad. «Ahora no es el momento de renunciar, ahora es el momento de seguir adelante», dijo Papandreu en un discurso extraordinario dirigido a su grupo parlamentario. Dos diputados de su formación abandonaron ayer sus escaños y fueron sustituidos por otros dos políticos de las listas socialistas, mientras que hace poco otro parlamentario renunció, haciendo perder a su formación su voto. «El país pasa por horas cruciales y ahora lo más importante es la estabilidad», subrayó, para agregar: «pasamos por un momento difícil y no debemos rendirnos». Papandreu dijo que comprende «el dolor y la ira» que han causado las duras medidas de ajuste, pero llamó a los griegos a abandonar «la lógica de que la culpa es de otros, lo que lleva a la inercia y a depender de los acreedores».