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Tengo tengo la camisa azul por Marta Robles

La Razón
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¿Recuerdan la canción de «Tengo la camisa negra»? Pues los chicos de «La Roja» la tienen azul. Celeste, que dirían los argentinos. Ya sé que la Selección tiene camisetas de varios colores. Que si la roja, la blanca, la marina… Pero ésta, azul clarito, que decimos aquí y azul celeste que dicen allá, me ha gustado muchísimo. Y, además, después de ese partidazo contra Venezuela, me da a mí que hasta concede superpoderes. Por lo menos a los que tienen ganas. Y de ganas debía andar sobrado Soldado, al volver a la Selección después de cuatro años alejado de ella... Hay que reconocer que todo el equipo estuvo muy bien, enfundado en su camisa azul – que se lo pregunten a los venezolanos, que no la van a olvidar ni aunque quieran–, pero Soldado estuvo genial. Si metió tres goles, el tío, ¡y es suplente! Vamos, hazaña pura, que no se había logrado desde que un tal Alfonso lo consiguiera en un Islas Feroe, 2-España, 6, que se jugó en 1996… Y entre titulares, en 2009, en un España 5-Nueva Zelanda 0, en el que tres goles fueron de Torres. No es por hacer el chiste fácil, pero es que lo del tercero es una gozada. En cualquier ámbito de la vida. Un acierto supone una satisfacción; dos, un orgullo; tres, una sorpresa… Y a partir de ahí, un milagro. Y, oigan, como los milagros son tan poco frecuentes y las sorpresas tan agradables, yo, por si acaso, ya he comprado una camisa azul para casa. Sobre todo porque, si en suplentes funciona así de bien, digo yo que en titulares…