Ni a los masajes quieren renunciar los sindicatos de la Diputación

Sevilla- Se sienten perseguidos, aseguran que la clase política quiere «demonizarlos» pero no suelen trabajar regularmente más de diez horas y mantienen sueldos dignos, así como unos derechos laborales que suelen estar muy por encima de la media del sector privado. Los empleados públicos de la Diputación de Sevilla se han plantado esta semana ante las lógicas (en este caso) advertencias públicas del presidente de la institución, Fernando Rodríguez Villalobos.

La entidad supramunicipal, como cualquier entidad pública, ha de reducir gastos con vistas a 2013. Después de aplicar las medidas impuestas por el Gobierno central y que conllevan la pérdida de la paga de navidad (-7,5%), el presidente anunció más ajustes propios de la Diputación, atendiendo a la reducción de los presupuestos, aunque sin tocar más los salarios y los complementos básicos. Su idea es «tocar» las espléndidas prestaciones reflejadas en el convenio colectivo y el acuerdo de funcionarios que entraron en vigor el 1 de enero de 2010 y que quedó prorrogado a partir del 31 de diciembre de 2011. El mismo Villalobos consideró hace unos días que es «uno de los mejores convenios de España», pero que por desgracia las circunstancias han cambiado y se hace necesario «podar» las prestaciones actuales.

La reacción de los cuatro sindicatos UGT, CC OO, USO y Ustea no se hizo esperar. No hay lugar a la negociación, está «rota», porque no están dispuestos a ceder en nada de lo ya acordado. Ni siquiera en prestaciones tan poco habituales como el podólogo y el fisioterapéuta gratuito.

El convenio en vigor supone un compendio de los muchos privilegios de que disfrutan los empleados públicos de la Diputación de Sevilla, más allá de contar con unos salarios por encima de los del Ayuntamiento, por ejemplo. Según la tablas salariales, el funcionario que menos cobra roza los 25.000 euros anuales, y la media es de 40.000 euros. En cualquier caso, los aspectos más llamativos llegan en los apartados de condiciones sociales y jubilación. Al personal laboral fijo se le proporciona asistencia sanitaria a través del Cuadro de Servicios de Asistencia Sanitaria a Funcionarios que incluye dentista (incluyendo extracción normal y complicada, limpiezas, radiografías, fluorterapia completa, empastes...), ginecólogo, podólogo, psicólogo y fisioterapéuta.

Además, recibe ayuda escolar para sus hijos desde la guardería (59,86 euros mensuales) hasta la Universidad (50% de la matrícula e incluso se cubren gastos de residencia del alumno). Y si quiere estudiar él mismo, y seguir formándose académicamente, la Diputación tiene una bolsa de ayudas de 13.000 euros.

Si necesita prótesis (las gafas a las que Villalobos ha hecho referencia más de una vez), la Diputación cubre hasta un tope de 163 euros para el personal.

Al margen de los habituales premios a la jubilación y a la constancia en el trabajo, el ente provincial costea mensualmente un plan de pensiones casi en su totalidad (59.62 euros paga la Diputación y 11.61 el funcionario).

Todas estas prestaciones, por supuesto, van acompañadas de los clásicos permisos, dietas y una flexibilidad horaria ni siquiera soñadas para la gran mayoría de sevillanos. Una serie de derechos adquiridos muy por encima de las posibilidades de la actual tesorería del ente público.

Privilegios en juego
- Ayuda escolar: Guardería (59,86 euros mensuales por hijo), Infantil (46,44), Primaria (111 euros anuales); Secundaria (151 euros anuales), FP y Bachillerato (165 anuales), FP Superior (193 euros anuales) y Universidad (50% de la matrícula).
- Hasta un 60% de gastos en prótesis (163 euros de tope).
- Flexibilidad horaria (fijo de 9:00 a 14:00 y variables entre 7:30 y 16:00 y martes y jueves entre 16:00 y 21:00). El personal que no se puede acoger, 4 días de libre disposición adicionales. Reducción en las fiestas.
- Premios a la constancia a los 20, 25, 30 y 35 años de antigüedad.
- Asistencia sanitaria y plan de pensiones en el que el ente paga 59,62 euros mensuales y el funcionario 11,61 euros.
- 23 días hábiles de vacaciones. Desde 2011, 9 días adicionales que se pueden convertir en una bolsa de horas. Y permisos, al margen de los habituales, para congresos, cursos y seminarios (hasta 15 días).