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El Barça que viene

El libro de estilo de Guardiola seguirá, aunque habrá bajas y se persigue a Neymar como fichaje estelar

El Barça que viene
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MADRID/BARCELONA- A pesar de la sorpresa inicial, la decisión de escoger a Tito Vilanova como sustituto de Pep Guardiola es la más lógica. «Si en invierno decidimos no fichar y miramos hacia abajo con Cuenca y Tello, ahora hemos hecho lo mismo», explicó Andoni Zubizarreta, uno de los principales avales de Vilanova ante la directiva, además de Guardiola. Se quiere preservar el modelo que tantos éxitos ha dado al Barça en las últimas temporadas. Un modelo basado en tener el balón, jugar al ataque y confianza ciega en la cantera. Y el club ha entendido que no existe mejor candidato que Tito Vilanova, antiguo residente de La Masía, para lograrlo. «Espero todo lo mejor de él, creo que el club ha acertado de arriba a abajo. Tito está más que capacitado», avaló Pep.

Vilanova ha trabajado cinco años codo con codo junto a Pep Guardiola y es uno de los artífices de los recientes éxitos. La imagen del técnico pidiendo consejo a su ayudante durante los últimos años ha sido habitual. Por eso cabe esperar que el nuevo entrenador del Barcelona siga las líneas maestras que impuso Guardiola y realice pocos cambios. Vilanova siempre se ha mantenido en segundo plano durante estos años y sólo una agresión de Mourinho le sacó del anonimato. Ahora el cambio será brutal y deberá soportar toda la presión que conlleva comandar la nave azulgrana. Será su primera prueba de fuego.

Su nombramiento como sucesor de Guardiola también despeja todas las dudas sobre su salud, después de superar una gravísima enfermedad durante esta misma temporada. Vilanova cuenta con el respeto del vestuario, cuyos pesos pesados han dado su visto bueno al nombramiento. «Los jugadores le conocen y saben que va a tocar pocas cosas», expuso el de Santpedor. El nuevo técnico es también un gran estratega y sabe leer muy bien los partidos, una habilidad que apreciaba especialmente Guardiola.

Pero Vilanova también debe acometer la difícil misión de seguir motivando a un vestuario que lo ha ganado todo en las últimas temporadas y que empieza a requerir los primeros relevos. Se avecinan decisiones muy difíciles de afrontar y el nuevo entrenador azulgrana deberá asumir esa tarea. Dani Alves es el primero de la lista y ya hace meses que se negocia su salida, una venta que supondría un golpe para el grupo, pero que el club ve necesaria para mantener el equilibrio en el vestuario.

La directiva también lleva meses persiguiendo el fichaje de Neymar, uno de los sueños personales de Rosell. Pero la operación choca de frente con la filosofía de los técnicos de confiar en la gente de la cantera hasta en los peores momentos. Vilanova deberá lidiar con los deseos de las altas esferas, manteniendo al mismo tiempo la confianza de su plantilla. Aún debe ganarse la autoridad de decir «no» a ciertas cosas que sí tenía Guardiola desde sus inicios por su exitoso pasado como jugador en el Barcelona.

Con todas las dificultades que se le avecinan, el reto para Vilanova es mayúsculo, pero no dudó ni un segundo cuando le ofrecieron el cargo. «Cuando me pidió consejo le dije que lo más importante era que se viera capaz, que lo sintiera. Y que si era así, que adelante. Entrenar al Barcelona es una oportunidad que esperamos todos los entrenadores del mundo», desveló Guardiola. Zubizarreta, por su parte, explicó los motivos de la elección: «Representa el juego, la idea, la preparación, el análisis. Le pone todas las horas del mundo, incluso quitando algunas para dormir. Está preparado y es totalmente capaz».

A FAVOR
por Enrique Gozalo
Exquisita fragancia
Para los amantes del fútbol, para los que piensan que a través del buen juego casi siempre se logran los triunfos, salvo bastardas excepciones, Pep Guardiola representa la quintaesencia del espectáculo. Su llegada al Barcelona representó una bocanada de aire fresco, una fragancia exquisita. Apostó por los jugones –los que contribuyeron a que España ganara el Mundial–, por el buen gusto y contó con una pléyade de jugadores que supieron entender su filosofía. Y el Barcelona se hizo grande y habitó entre nosotros con Pep en el banquillo. Era, con perdón, el «puto amo» de una forma de jugar que siempre se recordará.

EN CONTRA
por Lucas Haurie
Rendición
La milonga del desgaste no se la cree nadie. Pep Guardiola está legitimado, porque su obra ya es eterna, para heredar de Johan Cruyff el cetro de reina madre del barcelonismo, pero, francamente, uno esperaba que en un chaval de41 años prevaleciese el espíritu competitivo sobre la molicie. Veinte meses después de llegar al Real Madrid, Mourinho ha desguazado a su rival. Su delicado entrenador prefiere llenarse los bolsillos (más todavía) en Qatar antes que reeditar el formidable combate al que lo ha retado el portugués. Empatados a ligas, hay un ganador por KO. Y un perdedor por dodotis manchado.

 


El vestuario se mostró unido en la despedida
Como ya es habitual en los últimos tiempos, Twitter se convirtió en la herramienta que utilizaron muchos jugadores del Barcelona para resumir sus sentimientos ante la marcha de Guardiola. «Gracias por todo, Pep. Nos has enseñado el camino. Un gran abrazo», decía Puyol poco después de que se produjera la noticia. También Piqué lamentaba su adiós. «Muchas gracias Pep por darnos tanto. Cuatro años llenos de victorias, de alegrías y, sobre todo, de lecciones de fútbol», expresó. Fàbregas, el último en llegar y uno de los ausentes en el once titular del último clásico, fue uno de los más emotivos: «Aunque hemos compartido sólo un año, siento como si hubiera sido mucho más. Pep, mi ídolo desde pequeño y mi inspiración como entrenador. Gracias por el tiempo compartido, lo valoraré siempre». Desde otros ámbitos del deporte, también llegaron reacciones. Como las de Rafa Nadal desde el Godó: «Quiero felicitar a Guardiola por lo conseguido, un fútbol de ensueño, y por su comportamiento impecable».