Congreso Extraordinario del PSOE

Sigilosa competencia

La Razón
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En este Gobierno hay mucho ministro, pero a la hora de la verdad sólo están los de siempre. No es de extrañar, porque a algunos es como si no se les viera. Analizando casos concretos tenemos que Trinidad Jiménez en Exteriores lo está haciendo incluso con más irregularidad que Moratinos, y ya era complicado. Chaves es del todo inefable, Jáuregui la voz de su amo y Salgado bastante tiene con la macroeconomía, los tiburones financieros y los mercados. Sebastián viste bien el cargo, aunque su especialidad sea la de abrir frentes sin cerrar ninguno en concreto. Hay Ministerios y ministros invisibles, aparentes como las de Ciencia o Medio Ambiente, de muy escasa presencia. Con lo que llueve en estos días, probablemente hagan lo correcto. Por eso cuando llegan las vacaciones nos encontramos con los mismos. Zapatero está en algún sitio o se le intuye, pero los únicos con presencia real son Blanco y Rubalcaba. Se supone que uno de ellos es, además, el confidente máximo del líder, conservador de su secreto. Se percibe desde fuera una sigilosa competencia. De momento el Gobierno se dispone a tomarse un respiro navideño. Tanto el vice como el omnipresente responsable de Fomento se quedan aquí de guardia. Bien conocemos la amistad de toda la vida que les une. A los amigos ya se sabe que es mejor tenerlos cerca que descontrolados en la distancia.