La «guardia» del presidente

El Consejo de Ministros continuó ayer colocando «peones» en los segundos escalones de la Administración de Mariano Rajoy. Quedó cerrado, por ejemplo, el Gabinete del presidente del Gobierno, eso que se conoce como la «fontanería» de La Moncloa, tan atractiva siempre por la aureola de misterio y secreto que acompaña al obligado trabajo en la sombra. Cuando José María Aznar aterrizó en Moncloa se llevó con él a representantes del «clan de Valladolid» y a ideólogos de FAES. En este caso, desde la semana pasada se sabía que Rajoy la había dejado en manos de quien ya era su jefe de Gabinete en Génova, Jorge Moragas. Y ayer la referencia del Consejo de Ministros confirmó los nombres de los otros miembros de la «guardia» presidencial. El director adjunto del Gabinete de la Presidencia, con rango de subsecretario, es decir, la mano derecha de Moragas, es Alfonso de Senillosa, emprendedor que cuando tocó la cumbre del éxito es el fundador de la cadena Workcenter, dejó el oficio para colaborar en el Gabinete de Rajoy en Génova durante los tiempos duros de la oposición. Las otras patas de la «fontanería» monclovita son mujeres que se ajustan a ese manido eslogan de jóvenes y suficientemente preparadas. La secretaria general de Presidencia, con rango también de subsecretaria, será Charo Pablos, abogada del Estado, de 33 años, y que hasta ahora dirigía la asesoría del Grupo Popular en el Congreso. Y Valentina Martínez continuará como jefa del Gabinete de Moragas. Licenciada en Ciencias Políticas y experta en Relaciones Internacionales, tiene 35 años, lleva más de una década colaborando con el PP y tiene experiencia en lidiar conflictos como el de Marruecos y la toma de Perejil. Soraya Sáenz de Santamaría ha elegido como mano derecha a otra mujer, María González Pico, que es la directora del Gabinete de la Presidencia. La experiencia de González Pico viene de la etapa del Gobierno de Aznar y en la pasada legislatura fue uno de los principales apoyos entre bastidores de Sáenz de Santamaría. A Moncloa ha vuelto también Valle Ordóñez, quien en 2002 ya fue nombrada jefa de protocolo del entonces vicepresidente primero y ministro del Interior, Rajoy. Oficialmente no se le ha dado ningún cargo, pero Pedro Arriola, el consejero áulico de Génova, pisará frecuentemente el Palacio.