Los padres contrarios a que los alumnos se lleven la fiambrera al colegio

Valencia- Una medida que, a priori, parecía positiva en estos tiempos de crisis económica, ha suscitado numerosas críticas por parte de las Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (Ampas) de la Comunitat.

El anuncio que la consellera de Educación, María José Catalá, hizo el pasado miércoles afirmando que su Departamento está estudiando que los alumnos valencianos puedan llevarse la fiambrera con la comida y tomarla en el centro escolar, ha levantado reacciones que hablan de desigualdad, rechazo y de rebaja de la calidad educativa.

Miembros de estos colectivos denunciaron ayer que el comedor es un derecho de los estudiantes, y que, estas horas que pasan bajan la tutela de los monitores y docentes, también forma parte de la jornada educativa.

Asimismo, se preguntaron si, en época de ajustes como los actuales, el Gobierno valenciano va a invertir en equipamientos que garanticen las necesidades mínimas de conservación y refrigeración de los alimentos.

En esta línea, fuentes consultadas por LA RAZÓN, manifestaron que este tipo de iniciativas puede hacer peligrar los principios de igualdad entre los alumnos.

De esta forma, se pueden crear estudiantes de primera y de segunda. Por una parte, estarían los que continúan con pagando por el servicio de comedor que ofrece el centro y cuyo precio oscila entre los 60 y 100 euros al mes. Por otra, aquellos que se llevan su almuerzo en un «tupper».
Por último, exigieron que se aumenten las becas de comedor y «así no habría que tomar esta decisión».

Sin embargo, no todos los progenitores se muestran contrarios. Muchos consideraron que esta herramienta desahogará los bolsillos de las familias.