Andalucía

Rubalcaba también pasa por el «confesionario» de Bono

Chacón hace un guiño a Andalucía y Barreda dice que la ministra de Defensa «tiene más futuro que pasado»

Bono contesta a los periodistas en el Congreso
Bono contesta a los periodistas en el Congresolarazon

Ni dentro ni fuera. Por mucho que lo intente el PSOE no podrá acallar ya el debate sucesorio, un clásico desde hace meses en todo contubernio socialista y que ayer se instaló en el Congreso, parece que para quedarse. Toda la sesión de control estuvo plagada de referencias –unas veladas, y otras no tanto– a la sustitución de Zapatero como cartel electoral del PSOE. Empezó la mañana con un comentario de Bono que provocó la sonrisa de la Cámara: «No deben sustituir ustedes al vicepresidente primero», dijo para parar el griterío con el que los diputados del PSOE recibieron la propuesta de Rosa Díez de adelantar las elecciones generales para hacerlas coincidir con las municipales y autonómicas. A partir de ahí el asunto sucesorio llenó la mañana, en los pasillos, en el patio y en el hemiciclo. La portavoz del PP, Sáenz de Santamaría, ironizaba con el asunto sucesorio cuando le dijo a Rubalcaba: «Mire que la pregunta de hoy era bastante fácil porque no le preguntaba por lo que va a decidir Zapatero el 2 de abril».

Y como siempre que se habla de sucesión en las últimas semanas, Chacón se hacía notar. La ministra de Defensa utilizó una pregunta del PSOE sobre la construcción de cinco nuevos buques de la Armada para implicarse en el asunto de los ERE, en lo que se entendió un claro guiño a Andalucía. La ministra no da una puntada sin hilo y advirtió a los populares de que «arrastrar el nombre de Andalucía» les llevará a «seguir siendo campeones de las derrotas». La respuesta no fue improvisada, y la pregunta es de las que en el argot parlamentario se conocen como de «autobombo», de las que los ministros piden a su grupo que le hagan porque les interesa dar un mensaje. El de Chacón era claro: «Por fin una pregunta respetuosa con las instituciones andaluzas», dijo para simular su sorpresa y hacer el guiño a una federación, clave en el PSOE, ante cualquier decisión orgánica. Fin de la sesión, pero no del run-rún sucesorio. Tras la pose de Chacón con Andalucía, pasó Rubalcaba por el «confesionario» de Bono, que pinta más de lo que muchos se creen en todo la cocina de este asunto. Tanto en los pasos que da Zapatero, como en los que otros están a punto de dar. No desveló nada de la conversación que mantuvo con el vicepresidente, sólo advirtió que el PSOE «no se presenta a las elecciones para perderlas» y que si alguien cree que es un partido «dormido, sin ganas y sin ilusión» es que no lo conoce. «El PSOE forma parte de la Historia reciente de España, aquí todos somos necesarios, pero nadie es imprescindible». Tras apuntar que él cuando está «con Alfredo» no cuenta los «minutos» abundó en elogios al vicepresidente al que definió en diciembre como la «liebre eléctrica» que hace correr a los perros. Bono destacó que en el PSOE todos somos conscientes de que nos necesitamos, pero no hay nadie imprescindible», antes de subrayar que en su partido «destacan las personas con más inteligencia, más valía y más capacidad» y que «Rubalcaba es uno de ellos».


Chacón, con Barreda
Y si Rubalcaba corrió al despacho de Bono, ¿dónde creen que acudió Chacón? Se echó en brazos de José María Barreda, que parece haberse convertido en principal valedor de una hipotética candidatura de la ministra ante unas primarias. Nada más acabar la sesión de control, enfiló carretera y manta y se plantó en Ciudad Real. Y allí durante la firma de la cesión de terrenos del Ministerio al Gobierno regional, escuchó de Barreda los elogios que otros le niegan: «Es una joven perfectamente preparada, con mucho más futuro que pasado». De eso no hay duda.