Reino Unido
Sólo los líderes Clarke y Glover pueden con Jiménez
El 140 Open Británico, el primero tras el deceso de Seve Ballesteros, huele tras dos rondas a algo sonado para el golf español, pues Pablo Larrazábal y Sergio García ya figuran entre los diez primeros y Miguel Ángel Jiménez sigue a solo un golpe de los nuevos líderes, Darren Clarke y Lucas Glover.
La clasificación se apretó en el Royal St.George (Inglaterra) después de 36 hoyos, no se sabe si como anticipo de la borrasca que se avecina. Más de treinta jugadores marchan como organizados en pelotón y con cuatro golpes de distancia entre los de cabeza y los de cola.
El norirlandés Clarke, de 42 años, repitió por segundo día 68 golpes y es el mejor hasta el momento. Lidera la actividad con 4 bajo par junto al estadounidense Glover, el golfista sin guante que ganó su único 'major' en 2009, en el Abierto de su país. "Si es verdad que entra la borrasca entonces el torneo está abierto para muchos jugadores", asegura Clarke en declaraciones que recoge la web oficial del torneo.
Clarke, otro norirlandés que como McDowell (Open USA 2010) y McIlroy (2011) brilla últimamente en un 'Grande', sabe bien de qué habla. Las borrascas en el Reino Unido entran por su país y alcanzan con virulencia, como parece que será el caso, la costa este de Inglaterra.
Las inclemencias meteorológicas están a la vuelta de la esquina en Sandwich (Inglaterra). A la espera de un fin de semana presumiblemente ventoso y pasado por agua, Jiménez, por si acaso, se agarró hoy bien al campo y a los puestos de vanguardia.
El malagueño, un competidor nato, es el mejor de los tres españoles supervivientes -Cañizares y Quirós fueron eliminados-, con un golpe de ventaja sobre Pablo Larrazábal, séptimo, y tres sobre Sergio García (decimonoveno). Jiménez arrancó mal, con dos 'bogeys' en cuatro hoyos, pero los 'birdies' del 6 y el 7, éste tras un 'putt' kilométrico, le devolvieron a la senda correcta.
Larrazábal también hizo un ejercicio de supervivencia, con destacada frialdad psicológica pese a su errática puesta en acción en cada hoyo. El catalán, de 28 años, que ganó hace dos semanas en Múnich y en un desempate a Sergio García, se enfrenta bien colocado al fin de semana más importante de su carrera deportiva.
Muchos de los candidatos, además de García, figuran inmersos en el citado pelotón multitudinario. Entre ellos, el alemán Martin Kaymer (tercero igualado con Jiménez), el surafricano Charl Schwartzel, último Chaqueta Verde de Augusta e igualado con Larrazábal, o el estadounidense Phil Mickelson, a tres de la cabeza.
El norirlandés Rory McIlroy, como García, camina al par de un torneo cruel con los dos primeros jugadores de la lista mundial: los ingleses Luke Donald y Lee Westwood se quedaron fuera del fin de semana.
La representación suramericana también se despidió del Royal St. George. El argentino Ángel Cabrera y el colombiano Camilo Villegas sucumbieron al Open y pensarán que cómo es posible que un hombre de 61 años, el estadounidense Tom Watson, haya sido capaz de firmar dos tarjetas con 72 y 70 golpes que le mantienen vivo en el torneo.
Watson fue la estrella matinal. El que fuera uno de los mejores jugadores del mundo en la década de los 70 y 80, con ocho 'Grandes' en su palmarés, cinco de ellos en el Open Británico, arrancó la mayor ovación del Royal St.George al embocar de un golpe en el par 3 del hoyo 6.
Ese hoyo en uno y la maestría desplegada por el sexagenario Watson fueron un regalo para las decenas de miles de aficionados que poblaron el campo. Watson ya sorprendió al mundo al perder este título en 2009 tras desfondarse en un desempate. Tenía dos años menos, o sea 59.
Este año Watson camina un poco lejos de reeditar la gesta, pero quizá pueda ser un español el que el domingo ofrezca el homenaje que se merece el gran Ballesteros. Jiménez, Larrazábal y García van por buen camino.
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