Caracas
El gran reto de la oposición
Los antichavistas deben mantenerse unidos para afianzar el apoyo popular obtenido en las urnas
CARACAS- El ensordecedor estruendo de los fuegos artificiales que celebraban la victoria oficial, lanzados justo desde la calle de atrás de la sede del comando en el este de Caracas, daban un toque de humillación en un ambiente de tristeza y desconcierto. Sin embargo, aún en la derrota, la oposición venezolana debería tener razones para sentirse satisfecha de lo que ha sido su mejor desempeño desde el inicio de la era Chávez en 1998 y ufanarse de haber logrado su mejor resultado, reduciendo a la mitad en términos porcentuales la diferencia que les sacó el presidente en 2006. «Para saber ganar hay que saber perder», dijo Henrique Capriles. Vestido con una chaqueta con los colores de la bandera de Venezuela, señaló que «yo soy un demócrata a carta cabal y no voy a jugar con la esperanza de nuestra gente. Lo que el pueblo diga es sagrado», añadió.
Además, los contrarios a la Revolución Bolivariana parecen salir de este proceso electoral con algo que no tenían hasta hace poco: un líder, joven, carismático y con arrastre popular. Ahora la oposición se ha convertido en opción de poder frente al chavismo. La Mesa de la Unidad Democrática tiene el reto de las elecciones de gobernadores el 16 de diciembre y las municipales el 14 de abril del 2013. Sólo permaneciendo unidos, la coalición de partidos liderada por Capriles puede aspirar a ganar más votos para estos dos comicios tan importantes tras la derrota sufrida. Al asegurarle a sus seguidores que no los dejaría «solos», Capriles arrancó el entusiasmo de quienes pocos minutos atrás no hallaban consuelo, de una manera que no se había visto en la última década entre los opositores enfrentados al trance de la derrota. Capriles aseguró que seguirá trabajando por el país desde su propuesta política y, aunque no quiso reconocerse como jefe de la oposición, su discurso parece haber dejado en muchos la sensación de que no sufrirán la orfandad que han sucedido a otras derrotas. «Como dijo él [Capriles], no creo que ese liderazgo sea una cosa que se decreta. Lo que sí creo es que se está configurando un cuadro de liderazgo de la oposición con un líder nacional y una serie de liderazgos regionales. Es como un elenco de la unidad, aunque Capriles está ahora legitimado por las elecciones», dice Ricardo Sucre, miembro del equipo de campaña.
Indicativo del cambio en la dinámica política que introduce este resultado electoral es que Chávez, por primera, vez reconociera el «civismo» de la oposición. En el pasado, el mandatario ignoraba a sus contrincantes o, cuando se refería a ellos, era para cuestionar su patriotismo y hasta para poner en duda sus eventuales triunfos electorales. Por lo pronto, la oposición debería redefinir estrategias para las venideras elecciones de gobernadores y alcaldes que se realizarán en diciembre. El Gobierno se aproxima a esos comicios con la ventaja del impulso ganado en las presidenciales, mientras que los opositores deberán luchar contra la maquinaria chavista.
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