Marlaska saca a la luz que Batasuna sigue activa pese a estar ilegalizada

 MADRID- El juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska, decretó ayer, a instancias de la Fiscalía, el ingreso en prisión de cuatro de los últimos detenidos en Navarra acusados de formar parte de Ekin, el «aparato político» de ETA. En concreto, adoptó esa medida respecto a Íñigo González Etayo, Gorka Zabala Cia, Jon Patxi Arratibel Garciandia y Gorka Mayo Hermoso de Mendoza, a los que el magistrado les acusa de un delito de integración y colaboración en la banda terrorista. De esta forma, de los diez detenidos en la última operación antiterrorista, seis han ingresado en prisión, los cuatro de ayer e Iker Moreno –hijo del portavoz de la denominada izquierda abertzale, Txelui Moreno– y Mikel Llamas, responsable de la página web «Apurtu.org». Estos seis detenidos «son miembros de Ekin desdoblados en Batasuna, Segi y Askatasuna».

En el auto dictado ayer por el juez Marlaska, en el que decreta la prisión para los cuatro presuntos miembros de Ekin, se pone de relieve cómo la ilegalizada Batasuna no ha cejado en su actividad, pese a estar ilegalizada. Y, lo que es más significativo, que en ese intento de reconstrucción de todos los «frentes» de la izquierda abertzale han tenido una intervención relevante algunos ex miembros de la Mesa Nacional que se encuentran en libertad provisional. Estos dirigentes de Batasuna se reunieron con los miembros de Ekin «por encargo» de la banda terrorista.

Así, el magistrado relata de forma pormenorizada dónde tuvieron lugar las reuniones, quiénes participaron y las medidas de seguridad adoptadas. Esas reuniones eran, en realidad, «asambleas internas de responsables de la ilegalizada Batasuna». Es significativo cómo desde octubre a diciembre del pasado año se celebraron cinco de esas «asambleas» en Navarra.

En este punto, merece especial dedicación la celebrada el 1 de diciembre de 2010 en Ansoain (Navarra) entre los considerados responsables de Batasuna detenidos en esta operación, Gorka Mayo Hermoso de Mendoza y Gorka Zabala Cia «con dos ex miembros de la Mesa Nacional de Batasuna, Juan Cruz Aldasoro y Jon Garay Vales». Tanto Aldadoro como Garay y Francisco Javier Urrutia, también ex dirigente de la formación ilegalizada que participó igualmente en otras reuniones, se encuentran actualmente en libertad bajo fianza.

En algunas de esas «asambleas internas de responsables» de Batasuna participaron candidatos de partidos políticos y agrupaciones electorales anulados o ilegalizados, entre los cuales figuraba el ex concejal de Burlada José Luis, «Txelui», Moreno, padre de Iker Moreno. Las reuniones a las que alude el juez se celebraron «por encargo» de ETA y para impulsar la dinamización de las estructuras de la izquierda abertzale.

La resolución del juez también ha puesto de manifiesto lo que percibe actualmente un «liberado» de Batasuna: 900 euros mensuales. Gorka Zabala reconoció ante el magistrado que percibe esa cantidad, dinero que les entregado por Gorka Mayo.
 
Arratibel confesó a la Guardia Civil que viajó a Venezuela como «brigadista» de Askapena (el grupo internacionalista proetarra) donde conoció a Arturo Cubillas y a una tal «Asun» (Asunción Arana Altuna). Antes de ir, le facilitaron la dirección de un centro social de Caracas y de un individuo, del barrio de la Rochapea de Pamplona, colaborador del diario «Gara», que trabaja en una emisora de radio venezolana. Estuvo en Chichiriviche. En esta localidad, se encuentra el restaurante «La Txalupa». Se trata de uno de los puntos de encuentro de los etarras que se dirigían a zonas selváticas para recibir cursos sobre armas y explosivos.

El preso 8719600510 pide su libertad
- Con el lema «8719600510, Free» y la canción «Free Arnaldo Otegi», el líder batasuno clama por su libertad a imitación (salvando las distancias) de Nelson Mandela. Desde una web en inglés busca su excarcelación y apoyar la apuesta por vías políticas que dice estar impulsando la izquierda abertzale.
- Mientras, miles de personas se citaban ayer en Pamplona para protestar contra las recientes detenciones a los supuestos miembros de Ekin y Askatasuna. Con el lema «en el camino de la paz», criticaron que el Gobierno «esté obstaculizando un escenario de paz».