CSIC
Sin dinero para la lucha contra el cáncer de pulmón
Cuando los científicos comienzan a vislumbrar una luz después del túnel para miles de enfermos de cáncer de pulmón, la burocracia y las trabas administrativas se cruzan en su camino eliminando cualquier atisbo de esperanza.
Es lo que ha sucedido con el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), cuyo descubrimiento de una «nueva y eficaz» vía de ataque contra este tipo de cáncer se encuentra en punto muerto ante la falta de financiación. Esto es al menos lo que denunció ayer el CNIO que, en una nota de prensa, anunció que renuncia a continuar con las investigaciones al no disponer de más fondos públicos y «no permitir el Ministerio de Ciencia e Innovación la entrada de financiación privada», después de que a finales de 2010, el departamento que dirige Cristina Garmendia, «decidiese no renovar la financiación de este programa, a pesar de haber generado ya moléculas de alto interés terapéutico contra otras dianas moleculares», según destaca en CNIO.
Sin coste para el Estado
Para Mariano Barbacid, director del grupo de oncología experimental que ha llevado a cabo la investigación, «resulta irónico que sean las propias normas de la Administración las que impidan poner en marcha un proyecto tan innovador como éste, incluso sin que le cueste un euro al Estado». Según el CNIO, el Ministerio de Ciencia no permite la llegada de financiación privada de hasta diez millones de euros, debido a un informe jurídico que interpreta que una Fundación Pública no puede establecer acuerdos que impliquen su participación en una sociedad mercantil.
«Luego nos quejamos de que no hay participación privada en proyectos de I+D+i. Esto no tiene sentido. Algo habrá que cambiar», señaló Barbacid. Por su parte, fuentes ministeriales desminintieron a LA RAZÓN las palabras del científico y negaron que el programa haya dejado de recibir financiación pública. En esta línea, apuntaron que ha sido la Abogacía del Estado la que ha advertido sobre la ilegalidad de la fórmula –agrupación de interés económico, concretamente– defendida por Barbacid, y apostaron por otras vías legales como la creación de una sociedad anónima.
Las mismas fuentes señalan que hace más de un año que Barbacid anunció su intención de abandonar la dirección del centro. En ese sentido, el cargo pasará a ser ocupado por otro experto en la materia una vez se resuelva la convocatoria pública internacional, que en estos momentos se encuentra en su fase final. Los resultados de la investigación serán publicados en el número de mayo de la revista «Cancer Cell». En concreto, los hallazgos del equipo de Barbacid han demostrado en ratones que la inhibición de una quinasa, la c-RAF, impide la aparición y el desarrollo del cáncer de pulmón inducido por los oncogenes K-RAS, responsables del 25 por ciento de este tipo de cánceres, especialmente en fumadores.
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