España
La crisis sostiene los matrimonios «rotos»
Durante 2009 se produjeron 106.166 rupturas matrimoniales, un 10,7% menos que en 2008, coincidiendo con la crisis económica en España, según datos hechos públicos este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE). La mayoría de personas que decidió poner fin a su relación tenía entre 40 y 49 años.
La crisis económica ha cambiado los hábitos de los españoles en todos los aspectos: menos consumo, menos ingresos... y menos divorcios. Desde el inicio de la recesión, el número de disoluciones matrimoniales ha descendido un 27 por ciento. De las 145.919 nulidades, separaciones y divorcios de 2006, se ha pasado a las 106.166 en 2009.
Así se desprende de los datos del Instituto Nacional de Estadística publicados ayer. En 2009, las rupturas matrimoniales disminuyeron un 10,7 por ciento respecto a 2008, bajaron los divorcios un 10,6 por ciento y se registraron un 12,3 por ciento menos de separaciones.
Los divorcios siguen siendo mayoritarios en las disoluciones matrimoniales, con un 92,7 por ciento, frente al 7,2 por ciento de las separaciones y el 0,1 de las nulidades, lo que consolida la tendencia al alza del peso de los divorcios en el total de las rupturas matrimoniales.
Esto significa que de los 106.166 matrimonios disueltos el pasado ejercicio, 98.359 fueron divorcios, 7.680 separaciones y 127 nulidades. En cuanto a los matrimonios homosexuales, aprobados en 2005, se produjeron 158 disoluciones, de los que 87 fueron rupturas entre hombres.
La duración media de los matrimonios disueltos no ha sufrido variaciones y se establece en 15,6 años, de los que el 64,6 por ciento se produjo de mutuo acuerdo, con un ligero incremento respecto a 2008 (63,7 por ciento).
Los matrimonios anulados tuvieron una duración media de 16,5 años de vida conjunta, las separaciones de 19,1 y los divorcios de 15,3 años. Uno de cada tres divorcios (29,7 por ciento) y cuatro de cada diez separaciones (41,7 por ciento) se produjeron 20 años después del enlace. De ello se desprende que más de la mitad (53,6 por ciento) tuvieran hijos menores de edad.
Otro de los datos que refleja la situación actual de las separaciones en la pensión alimenticia. Así, en seis de cada diez casos (57,5 por ciento) se asignó una pensión alimenticia que, en nueve de diez ocasiones (88,7), correspondió al padre y fue compartida en el 6 por ciento de los procesos. La custodia de los menores sigue siendo una cuestión ligada a la maternidad. En el 84 por ciento de las rupturas fue la madre la que asumió la custodia, aunque ha habido un ligero ascenso de la custodia compartida (9,7 por ciento).
Reacciones
Los datos del INE fueron valorados de forma distinta por las asociaciones de familias. La Unión Nacional de Asociaciones de Familias (UNAF) corroboró la tesis de que se deben a la crisis económica, mientras que el Foro Español de la Familia cree que la cuestión de fondo es que las instituciones españolas no se toman en serio el matrimonio. Para presidenta de UNAF, Juana Angulo, «el poder adquisitivo de las familias no es el mismo y muchas prolongan la situación en la que viven antes de afrontar los efectos de la crisis».
En cambio, el presidente del Foro Español de la Familia, Benigno Blanco, no lo tiene tan claro, porque «por una parte, puede ser que la sociedad esté empezando a tomarse en serio el matrimonio y por otra, cuesta creer que sólo sea por razones económicas».
En su opinión, el número de rupturas constituye «un problema sociológico serio» por lo que «la reflexión que habría que hacer es cómo volver a crear leyes y políticas que ayuden a convertirlo en algo más fuerte y sólido».
Las otras crisis de los 40 y 50
La estadística del INE sobre nulidades, separaciones y divorcios refleja que la mayoría de las separaciones se produce entre los 40 y 49 años, tanto en hombres como en mujeres, aunque éstas tenían una edad media de 41,9 años (41,6 años en los divorcios, 44,9 en las separaciones y 38,4 en las nulidades) y ellos rondaban los 44,4 años (44,1 años en los divorcios, 47,4 en las separaciones y 42,6 en las nulidades). En 2008, los maridos tenían 44,2 años y las esposas 41,7. Por nacionalidades, el 87,2 por ciento afectaron a españoles, en el 8,4 por ciento uno de los cónyuges era extranjero y en el 4,4 por ciento los dos eran extranjeros.
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