Rafael Recio se hace con el control del PSOE de Camas y aisla a Rivas

Sevilla- Nada hay más peligroso en la vida –cuentan– que el converso. Rafael Recio, alcalde de Camas, dimisionario de la gestora del PSOE camero en diciembre, hombre de Antonio Rivas en el municipio hasta, como quien dice, anteayer, se ha convertido en el secretario general del partido en la histórica localidad, dando un golpe de mando en plaza.

El pasado jueves por la noche, el PSOE de Camas celebró un congreso local para la elección de sus nuevos miembros, tras la crisis abierta con la imputación por el escándalo de los ERE de varios militantes y del propio líder histórico del PSOE camero, Antonio Rivas. Rafael Recio se impuso en la votación con 58 votos a favor; ocho en contra; y diez abstenciones. Los aún fieles a Antonio Rivas, según fuentes de toda solvencia, ni siquiera asistieron al cónclave.

Recio hizo un llamamiento a la honestidad y al trabajo, mostrando su voluntad de que la agrupación se convierta en un referente de participación. El secretario general abogó por la defensa de «la justicia, la participación, la solidaridad y la equidad». «Tenemos un reto. Conseguir ser un partido localmente fuerte, sin divisiones», indicó.

La nueva presidenta del PSOE camero es Estrella Borrero; el vicesecretario general primero, Eduardo M. Rodríguez Ortiz; la segunda vicesecretaria, Hortensia Leal Ruiz; y el secretario de organización, Juan Manuel Carrasco. Aparte, se establecen vocales para cada barrio. El secretario de Movilización y Estrategia se llama Pablo Palomares, responsable de un blog de información sobre Camas y con quien, según fuentes cercanas al partido, «los hijos de Antonio Rivas tuvieron no hace mucho un altercado».

Rivas aseguró recientemente a LA RAZÓN de Sevilla sentirse «tranquilo», pese a que la juez Alaya tiró su recurso y mantiene la imputación por cohecho e investiga su relación con los intrusos en los ERE. Con la explosión del escándalo, en principio, Rivas, con el apoyo del PSOE y la Junta –se le debe mucho, cuentan en el partido– aguantó en sus cargos. Cuando, aparte de por el «caso Mercasevilla», se le investiga por los ERE, le fuerzan a dimitir. Primero, de la Delegación de Empleo. Después, teóricamente, del PSOE. Supuestamente, el propio Rivas pidió la baja en el partido, ya que hay sectores de la agrupación que ponen en duda que esta baja se concretase «hasta hace pocas semanas». No obstante, fuentes de toda solvencia aseguran que se le siguió viendo por la sede en Camas; sobre todo a sus hombres de confianza. Así las cosas, el alcalde, Rafael Recio –hasta no hace demasiado, con nómina de la dirección territorial del Bajo Guadalquivir, dependiente de Empleo–, trató de poner tierra de por medio, distanciarse de los escándalos y prohibir que las personas relacionadas con el escándalo de los ERE –los cuñados de Rivas, entre otros– tuvieran acceso a la sede socialista. Entonces, en plena gestora, se abrió una fractura en el seno del PSOE de Camas, considerando que «el 80% de la agrupación era gente de Rivas», aseguran en el municipio. Recio dimitió y Antonio Herranz, delegado de Asuntos Sociales del Ayuntamiento, se hizo cargo de la gestora. Aprovechando la división en el PSOE provincial, se convocó el jueves un congreso local, en el que Recio se impuso, aunque sin la presencia de la gente de Rivas.

Con la victoria del alcalde y la política de intentar alejarse del pasado de la agrupación, Antonio Rivas queda aislado de una agrupación que, prácticamente, levantó él mismo, consiguiendo varias mayorías absolutas en la Alcaldía. Fuentes próximas al ex delegado y al alcalde aseguran que «Rivas está muy dolido con Recio», a quien dio abrigo en la Delegación y colocó como su hombre en el Consistorio, y «siente que le han dado de lado por conveniencia política». «A perro flaco todo se le vuelven pulgas» o a político –padrecito, por cuanto conseguía, hay quien dice en Camas– imputado todo son problemas. Del otro lado, «Bruto, ¿tú también, hijo mío?», mientras se rumia el arte del desquite.

La paradoja Viera y la tesitura camera
La vida son circunstancias y coincidencias. La tesitura camera no habría sido posible en este momento, no se entendería, sin el marco de debilidad y fractura que se vive en el PSOE de Sevilla, con uno de los que han sido apoyo inquebrantable de Rivas, como José Antonio Viera, haciendo equilibrismos para sobrevivir en el pulso abierto con Susana Díaz y Griñán. Del resultado del Congreso nacional del PSOE depende el futuro de Viera, que ha ligado su suerte a Rubalcaba al posicionarse contra la tesis oficial y, hasta el jueves, silenciada de apoyar a Chacón. Viera ahora es una paradoja política: siempre tuvo a los críticos en contra y ahora él es crítico. Dentro del partido dan por segura la victoria ajustada de Chacón.