Huelgas

Responsabilidades

La Razón
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La huelga salvaje decretada por los controladores no justifica la razón de sus demandas y, mucho menos, los daños ocasionados a empresas operadoras, compañías aéreas, destinatarios turísticos y de muchos otros órdenes, lo que obliga a la adopción de medidas de todo tipo (laborales, penales...), porque no se puede aceptar que se cierre el espacio aéreo español, se perjudique la imagen de nuestro país y, lo más grave, se frustren las ilusiones de centenares de miles de ciudadanos que empezaban un «puente» de vacaciones. Éstas deben ser las primeras responsabilidades sobre el colapso aéreo y la alarma desatada. Pero no debe recaer el peso de las exigencias sólo y exclusivamente en el terreno de los controladores, por muy injustificable que sea su actitud. Que lo han hecho mal es evidente, tanto como que su reacción se les fue de las manos, como a aquellos otros piquetes violentos que atacaron el transporte en la huelga general del 29-S. Si en este último caso no pasó nada, tampoco debería pasar en el actual. Pero no. Las responsabilidades también son de orden político, porque el gobierno Zapatero no ha sabido llevar unas negociaciones que se sabía podían acabar así, o incluso peor. El Gobierno y, especialmente, el ministro de Fomento han tomado el pelo al colectivo de controladores durante más de un año y, al final, ha probado fortuna con las medidas aprobadas el pasado viernes en el Consejo de Ministros, lo que provocó que los controladores abandonaran sus puestos de trabajo una hora después. Todos sabían que eso podía suceder, Gobierno y controladores, que son quienes deben asumir las responsabilidades.